Chiara Sacchi habla del cambio climático en Argentina. No es casualidad: desde hace años, la comida y el ambiente son los dos hilos que tejen su militancia. “Para mí, el derecho a la alimentación y el derecho a un ambiente sano son lo mismo”, dijo en una entrevista con La Nación (2019), recordando sus primeros pasos en el activismo.
Su compromiso comenzó a los 16 años, cuando se unió al movimiento Slow Food y empezó a participar en ferias de productores locales. Allí escuchó historias de campesinos que perdían cosechas por sequías o lluvias fuera de temporada. “Me di cuenta de que el cambio climático no era algo lejano, estaba en el plato de todos los días”, explicó en el ciclo Conversaciones en La Nación (2019).
En septiembre de 2019, su nombre trascendió fronteras cuando, junto a otros 15 jóvenes —entre ellos Greta Thunberg— presentó una queja formal ante el Comité de Derechos del Niño de la ONU contra cinco países por inacción climática. “No es solo un reclamo político, es un reclamo de derechos humanos”, expresó en declaraciones a la agencia EFE (2019) tras la presentación en Nueva York.
Chiara suele hablar desde la experiencia cotidiana. “El cambio climático no es una estadística. Es tu vecino que pierde el techo con una tormenta o la verdura que sube de precio porque se perdió la cosecha”, dijo en una charla organizada por Slow Food International (2021).
También pone el foco en la alimentación como herramienta de resistencia. “Si elegís de dónde viene lo que comés, a quién se lo comprás, ya estás influyendo. No es un gesto pequeño: es un acto político”, sostuvo en el foro Terra Madre Salone del Gusto en Turín (2022).
Aunque su agenda incluye viajes, conferencias y entrevistas, Chiara no deja de participar en actividades locales: ferias vecinales, huertas comunitarias y encuentros de jóvenes. “Podés ir a la ONU, pero si no trabajás en tu comunidad, no tiene sentido. Lo global y lo local van de la mano”, remarcó en una nota con Página/12 (2021).
En cada intervención insiste en que la juventud no es solo “el futuro” sino el presente. “Nos dicen que tenemos que esperar, pero el tiempo para actuar es ahora. No me conformo con heredar un planeta roto”, dijo en una entrevista con DW Español (2022).
Cuando le preguntan qué la motiva a seguir, sonríe: “Me mueve la esperanza. Y la esperanza se cultiva, igual que las plantas. Hay que regarla todos los días, aunque el clima esté en contra”, expresó en un vivo de Instagram junto a Fridays for Future Argentina