Día Mundial de los Pingüinos: la importancia que tienen en Chile

Grupo de pingüinos sobre un terreno pedregoso, en la costa, con el mar al fondo, símbolo de la biodiversidad marina chilena.

El Día Mundial de los Pingüinos, celebrado el 25 de abril, es una jornada muy especial para Chile, ya que en sus costas vive la mayor parte de los pingüinos de Humboldt que existen en el mundo. De hecho, cerca del 80% de esta especie se encuentra en las zonas centrales del país, sobre todo en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, ubicada entre las regiones de Atacama y Coquimbo.

Esta ave, que se reconoce fácilmente por su plumaje blanco y negro, es una de las más queridas. Miden unos 70 centímetros y pesan alrededor de 4 kilos. Son bastante más chicos que el pingüino emperador, aunque más grandes que el pequeño pingüino azul.

Aprovechando la fecha, Greenpeace Chile advirtió sobre la situación preocupante que atraviesan. Según Roxana Núñez, de Greenpeace, se necesitan más esfuerzos de parte del gobierno, las empresas y también de la sociedad para proteger su hábitat y asegurar su supervivencia.

Hay varios puntos clave que vale la pena destacar:

Primero, el pingüino de Humboldt está clasificado como “vulnerable” por la UICN. Hay apenas unos 23.800 ejemplares en el mundo, y las colonias en islas como Chañaral, Choros y Pan de Azúcar son fundamentales para mantener la especie.

Segundo, su capacidad de reproducción es bastante limitada. Además, se ha detectado una baja alarmante en el número de parejas reproductivas: en menos de 20 años, cayó un 85%.

Tercero, su hábitat, conocido como el “Galápagos chileno”, es uno de los ecosistemas marinos más ricos, con más de 560 especies registradas. Pero este entorno está cada vez más amenazado.

Cuarto, los pingüinos son muy sensibles a la presencia humana. El aumento de las actividades pesqueras y la expansión industrial en la zona hace que abandonen sus nidos, lo que pone en peligro su reproducción.

Quinto, aunque no vuelan, son nadadores expertos. Gracias a su cuerpo en forma de torpedo y a sus alas adaptadas como aletas, pueden recorrer distancias importantes para buscar alimento.

Greenpeace alertó además que proyectos como el minero-portuario Dominga agravarían aún más los riesgos. La construcción prevista se ubicaría apenas a 30 kilómetros de la reserva y aumentaría el tráfico de grandes embarcaciones en zonas que hoy son clave para la alimentación y reproducción de los pingüinos.

Las medidas de compensación propuestas por Andes Iron, como habilitar el islote «Pájaros 1» tras eliminar ratas, fueron calificadas como insuficientes. Según Núñez, trasladar a los pingüinos no garantiza su preservación y no cumple los estándares mínimos de conservación.

La situación es seria y exige decisiones urgentes si se quiere asegurar el futuro de esta especie única.