Las ballenas eligen Mar del Plata: cada vez más avistajes

Cola de una ballena jorobada sumergiéndose en el océano bajo un cielo despejado.

La presencia de ballenas en las costas marplatenses ya no es una rareza, sino un fenómeno creciente que transforma cada jornada frente al mar en un espectáculo natural. Investigadores confirman que hay más ejemplares, que se quedan más tiempo y que ahora incluso llegan a reproducirse frente a nuestras playas.

La escena se repite casi a diario, pero nunca deja de asombrar. A pocos metros de la costa, ballenas francas australes se dejan ver jugando, nadando en grupo y a veces incluso con crías. Este año, los avistajes comenzaron temprano: a fines de mayo, ya había registros de ejemplares nadando a poco más de una milla del faro. Pero lo más impactante ocurrió hace unos días, cuando una de ellas se paseó tranquila por Playa Chica, a escasos metros de la rompiente.

Lo que hace unos años era una postal infrecuente, hoy se ha vuelto parte de la rutina costera marplatense. Y no es casualidad. Agustina Mandiola, docente universitaria, investigadora del Conicet y referente del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, confirma que no solo hay más ballenas, sino que los avistajes son más frecuentes y los grupos más numerosos. “Este año esperamos superar el número de avistajes de 2024, cuando se registraron 146”, señala.

Un espectáculo para observar desde tierra

Desde la cuenta @mamiferosmarinosunmdp, el equipo de investigadores impulsa el lema “Mar del Plata solo mira”. La idea es clara: disfrutar de este fenómeno desde tierra firme, sin interferir en el comportamiento natural de estos mamíferos. La recomendación no es solo ética: también es un pedido urgente ante el aumento de navegantes, kayakistas y deportistas que intentan acercarse para obtener una imagen o experiencia más cercana.

El protocolo para proteger a las ballenas

La Prefectura Naval Argentina ha reforzado las medidas de protección. Toda embarcación, ya sea comercial, deportiva o recreativa, debe mantener una distancia mínima de 200 metros de cualquier ejemplar. Además, al detectar su presencia, los capitanes deben reducir la velocidad y extremar la vigilancia para evitar colisiones. Las actividades acuáticas como el buceo o la pesca cerca de ballenas están terminantemente prohibidas.

Cualquier avistamiento –o en el peor de los casos, una colisión– debe ser reportado de inmediato al Centro de Gestión de Tráfico Mar del Plata o a través del número 106.

Una población en recuperación que da señales de esperanza

Mandiola destaca que los primeros registros de ballenas frente a Mar del Plata datan de 1970. Durante décadas, los avistajes eran escasos, pero el panorama cambió. Hoy es posible ver grupos de hasta 15 ejemplares, como ocurrió en junio pasado cerca de Los Acantilados. La especie ya no aparece sola: llega con crías, en cortejo e incluso, por primera vez, se documentó una cópula frente a la costa marplatense.

La explicación está en las políticas de conservación: “Lo que vemos ahora es fruto de un trabajo sostenido de protección que está dando resultados. Hoy Mar del Plata es parte del corredor migratorio entre Península Valdés y Santa Catarina, y las ballenas lo saben”, concluye la investigadora.