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Científicos hallan microplásticos en corazones humanos

Científicos hallan microplásticos en corazones humanos

Los microplásticos se han convertido en una seria amenaza para la salud humana.

Los microplásticos se han convertido en una seria amenaza para la salud humana. Se calcula que desde 1950 a la actualidad, la humanidad ha producido más de 9 mil millones de toneladas de plásticos. Este peso equivale al de ¡mil millones de elefantes! Pero a medida que el plástico se desintegra, se van generando micropartículas que pueden llegar a medir menos de 5 milímetros de diámetro. 

Estas partículas diminutas se van diseminando a través del aire y del agua, contaminando el medioambiente y causando daños irreversibles en la fauna y la flora del planeta. Pero además, su tamaño las vuelve un gran peligro para la salud de los seres humanos. Ahora, un estudio divulgado recientemente en la publicación científica Environmental Science and Technology, advirtió que se han hallado microplásticos en los corazones de varias personas sometidas a operaciones cardíacas. 

Este escalofriante hallazgo es una nueva muestra de hasta dónde la vida y la salud humana pueden verse afectadas por la contaminación por plástico.

¿Cómo ingresan los Microplásticos al organismo humano? 

De acuerdo con investigaciones de prestigiosas academias, como la Universidad de Hopkins, en los Estados Unidos, las personas cuyas dietas incluyen pescados y mariscos de forma habitual tienen altas probabilidades de ingerir ¡más de 10 mil microplásticos al año! 

Pero el problema de la ingesta de microplásticos no solo involucra el consumo de animales de mar. Un estudio realizado conjuntamente por la Universidad Nacional de Incheon, de Corea del Sur, y la organización ambientalista Greenpeace en 2018, reveló que el 90% de las marcas de sal analizadas para la investigación contenían restos de plástico.

En definitiva, nadie está a salvo de los microplásticos. Sus partículas pueden provenir de la erosión de los materiales de plástico descartados en vertederos, del desgaste de los neumáticos de los medios de transporte, e incluso de las fibras de la ropa sintética que se usa a diario. Se esparcen a través del aire y son inhaladas por la gente, o se ingieren al beber el agua contaminada que sale de los grifos. 

Por eso no sorprende que estudios científicos previos hayan encontrado estas partículas dañinas en muestras de heces, placenta y hasta en los pulmones de los seres humanos. Y lamentablemente, tampoco suena raro que ahora se hayan descubierto microplásticos en uno de los órganos más importantes para la vida: el corazón.  

Corazones contaminados

Los encargados de este hallazgo que cautivó a la comunidad científica de todo el planeta fueron miembros de la Universidad Médica Capital de Beijing, en conjunto con la Academia China de Ciencias Médicas y el Colegio Médico de la Unión de Pekín. 

Para llevar a cabo su investigación, los científicos examinaron muestras de los corazones de 15 pacientes que se habían sometido a cirugías cardíacas. Los sistemas de imágenes químicas e infrarrojas de última generación que utilizaron revelaron la presencia de microplásticos en tejidos cardíacos como el pericardio, el tejido graso circundante y el propio músculo cardíaco. 

Pero además, detectaron microplásticos en las muestras de sangre que les tomaron a los participantes tanto antes, como después de someterse a sus operaciones. Según los expertos, esto demuestra que las partículas ya estaban presentes en los cuerpos de los pacientes antes de sus intervenciones quirúrgicas.

Entre los materiales plásticos hallados se destacan el cloruro de polivinilo, mejor conocido como PVC y usado en tuberías, juguetes y cables; el tereftalato de polietileno, muy común en la fabricación de vestimenta y envases de alimentos. Y el polimetacrilato de metilo, utilizado para confeccionar plexiglás y cajas de medicamentos. 

El paso a paso de los microplásticos por el cuerpo humano

¿Cómo llegan los microplásticos al corazón? Si bien aún no se conoce exactamente cómo sucede, los científicos barajan algunas hipótesis. Por ejemplo, a través de la inhalación de micropartículas presentes en el aire, la ingesta de agua o de alimentos contaminados. Desde los distintos órganos, pasan al torrente sanguíneo, y desde allí, al corazón. 

Aunque todavía no están claras cuáles pueden ser las consecuencias para la salud de la presencia de estas partículas en el cuerpo humano, los científicos afirman que podrían causar inflamaciones y alteraciones en el ADN. Para saberlo harán falta nuevas y exhaustivas investigaciones. 

Estudios anteriores realizados en ostras, han demostrado que pequeñas cantidades de microplásticos son capaces de afectar sus ciclos reproductivos. Y si bien esta evidencia no se ha probado aún en humanos, es suficiente para preocupar a los expertos sobre los posibles efectos nocivos en la salud humana a corto y largo plazo.