
Su pasión por el futuro del planeta surge de cada palabra que pronuncia y cada acción que emprende.
“Los estamos viendo hoy”: una mirada personal del impacto climático
Usted debe conocer que, en una conversación con La Capital de Mar del Plata, Mauricio Konstantinidis expresó con firmeza: “El clima va a cambiar igual, entonces el país tiene que adaptarse a esos nuevos escenarios”. Esa afirmación no suena como un discurso genérico: surge del testimonio sincero de alguien que ha visto cómo los incendios, inundaciones y sequías afectan lo cotidiano.
Habla de “calidad de vida”, de comunidades que padecen y también de familias que resisten y reconstruyen. Ese costado humano lo diferencia como referente ambiental.
Energías renovables como primera opción, según Maurtua
En una entrevista para Revista Cítrica, Maurtua Konstantinidis advirtió: “Hay que pensar si queremos un país de obreros e industriales o de prestadores de servicios… esas decisiones tienen impactos distintos”. Esa frase resume una visión estratégica pero también muy empática: plantea entender el modelo productivo no sólo en términos de estadísticas, sino con rostro humano.
Además recalcó una idea poderosa: “El sistema hoy está centralizado… la energía renovable lo que permite es una democratización de la energía”. Con esa frase alumbró su perspectiva sobre cómo las energías renovables pueden empoderar barrios, cooperativas y que “las propias personas en lugar de ser consumidores pasen a ser prosumidores”. Lo dice no como utopía sino como un cambio con cara y capacidad de transformación social palpable.
Adaptación, justicia climática y participación ciudadana
Durante un conversatorio en Bolivia, abordando la COP-21, Maurtua Konstantinidis explicó: “Hablar de la negociación de cambio climático… es un desafío, a través de las charlas acercar a las personas y mostrar cómo se puede participar”.
Esa frase revela su enfoque pedagógico, de transmisión de conocimiento, que le da valor y sentido político a su tarea.
No se queda allí: añade que coordina proyectos como el de Agendas Climáticas Nacionales para construir espacios donde la sociedad civil pueda incidir directamente, desde Uruguay hasta Bolivia, trabajando con “socios nacionales de la Plataforma Climática”.
Perspectiva técnica con sensibilidad social
En un artículo de Metropolitana, señaló con entusiasmo: “Solo con energía eólica Argentina podría dar energía eléctrica a todo el continente sudamericano”. Esa declaración no sólo impresiona por su ambición, sino porque tiene raíces reales: Argentina tiene los recursos eólicos para esos niveles de producción. Pero él expresa esa posibilidad como una oportunidad de integración regional y soberanía energética.
Ese optimismo técnico no lo aleja de los obstáculos: él mismo reconoce que los subsidios a combustibles fósiles y una matriz energética dominada por fuentes tradicionales dificultan la aceleración. Lo importante, de su mensaje, es la coherencia: ambición posible basada en potencial real y conocimiento profundo.
Usted percibe en sus palabras la combinación de rigor científico, compromiso ciudadano y lucidez política. Maurtua Konstantinidis no solo analiza indicadores; explica riesgos con voz cercana: habla de familias afectadas, de preservación del territorio, de oportunidades laborales verdes. Usa lenguaje técnico, pero sobre todo usa el corazón para nombrar lo que está en juego.
