
Enrique Alejandro Viale, conocido como “Pino”, es abogado, pero sobre todo un verdadero militante ambientalista. Nacido en Buenos Aires en 1971, se convirtió en una de las voces más firmes contra el extractivismo en Argentina y en América Latina.
“Lo que se ve en relación con los mapas, coinciden con los de la degradación ambiental”, suele repetir en entrevistas.
En principio, es importante mencionar que fundó la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, desde donde litiga contra la megaminería, el agronegocio y el fracking. Lo hace con la misma pasión con la que escribe y da conferencias.
En los últimos años, publicó junto con Alberto Acosta el libro La naturaleza sí tiene derechos (aunque algunos no lo crean), editado por Siglo XXI.: “Pensar que el mercado arreglará como si nada los problemas de la naturaleza es más que una ilusión”, dijo en una entrevista con El País.
Una voz que incómoda a muchos
Para Viale, la lucha ambiental es un campo de disputa política. Lo expresa sin rodeos: “Lo que hacen unos pocos lo pagamos todos”, advirtió en diálogo con Página/12. En sus charlas, apela a imágenes que incomodan. “Cuando abrimos la puerta a los derechos de la naturaleza, planteamos una distinción relevante entre ecocentrismo y biocentrismo”, explicó.
En sus palabras: “Los nuevos derechos de la naturaleza no se oponen a los derechos humanos, sino que se complementan y se potencian”.
Contra la regresión ambiental
El activista suele advertir sobre un retroceso en materia ambiental, especialmente en América Latina. “Es un conflicto latente la degradación ambiental y el problema es que es muy difícil volver”, afirmó en una nota con Economía Sustentable. Esa urgencia lo llevó a involucrarse en campañas ciudadanas, acompañando asambleas contra la megaminería en Chubut o contra las fumigaciones en Córdoba.
“Es muy importante esto. Es un libro de divulgación general, incluso dentro del movimiento ambientalista en Argentina, los derechos de naturaleza no están tan instalados”, explicó sobre su última publicación.
Una vida atravesada por la militancia
Como abogado ambientalista, enfrentó a gobiernos, empresas y medios de comunicación que lo acusaron de “antidesarrollista”. Sin embargo, él reivindica esa etiqueta con ironía: “Si desarrollo significa destruir ríos y bosques, entonces prefiero ser antidesarrollista”, dijo en más de una ocasión.
En charlas, afirma que su pasión por este tema surgió en la facultad, cuando advirtió que el derecho ambiental era un campo marginal. “Era un área olvidada, casi anecdótica. Hoy está en el centro de los grandes conflictos de la Argentina”, remarca. Ese recorrido lo llevó a dar clases, a publicar artículos y a participar en foros internacionales como la COP, donde insiste en que los países del Sur no pueden seguir pagando el costo de una crisis climática que no provocaron.
“Se trata de pasar de la economía de la muerte a una economía de la vida”, expresó en diálogo con elDiarioAR. Para Viale, el extractivismo destruye la naturaleza y mucho más: “Cuando viola los derechos de la naturaleza, también atenta contra los derechos humanos de las comunidades locales”.
“Pensar que podemos seguir nuestro día a día sin límites en un planeta finito es un absurdo”, sentencia.
