
El cambio climático no solo es un desafío ambiental, sino que tiene profundas implicaciones en la salud pública. En Argentina, las consecuencias del calentamiento global están alterando significativamente los patrones de salud de la población, afectando a grupos vulnerables y generando nuevas amenazas a la salud humana.
El calentamiento global está cambiando la dinámica de muchos factores que inciden directamente en la salud de las personas. Desde el aumento de las temperaturas extremas hasta la alteración de patrones climáticos que afectan la calidad del aire y del agua, los efectos son evidentes.
Uno de los impactos más notables es el aumento de las olas de calor, que no solo incrementan las muertes relacionadas con las altas temperaturas, sino que también agravan enfermedades cardiorespiratorias. Las personas más vulnerables, como los niños, ancianos y aquellos con enfermedades preexistentes, se ven más afectadas por estas condiciones extremas.
Además, el cambio climático favorece la expansión de enfermedades infecciosas. El aumento de la temperatura y la alteración de los patrones de precipitación modifican la distribución geográfica de ciertos vectores, como el dengue y el zika. Estos virus, transmitidos por el mosquito Aedes aegypti, encuentran en los climas más cálidos condiciones más propicias para su propagación, lo que incrementa la cantidad de personas expuestas y enfermas.
Otro fenómeno relacionado con el cambio climático es el aumento de los eventos climáticos extremos, como inundaciones y sequías. Estos eventos pueden destruir infraestructuras sanitarias y afectar el acceso a servicios básicos como el agua potable, lo que facilita la propagación de enfermedades hídricas como la diarrea y el cólera.
Efectos de las alteraciones climáticas sobre la salud pública
El cambio climático está provocando cambios importantes en el entorno ecológico que afectan la salud de las personas. La modificación de los ecosistemas y la biodiversidad tiene consecuencias directas sobre la calidad del aire, el agua y los alimentos, elementos fundamentales para el bienestar humano. A continuación, se describen algunos de los efectos más relevantes:
Aumento de la malnutrición
La alteración de los patrones climáticos impacta la producción de alimentos, con consecuencias negativas para la seguridad alimentaria. Las sequías prolongadas, los cambios en la estacionalidad de las lluvias y las temperaturas extremas afectan las cosechas y la disponibilidad de alimentos, lo que puede derivar en malnutrición, especialmente en poblaciones vulnerables como los niños y las personas mayores.
Alteración en la distribución de vectores
El cambio climático altera la distribución de los vectores de enfermedades infecciosas, como mosquitos, roedores y garrapatas. Estos cambios geográficos pueden resultar en brotes de enfermedades que antes estaban restringidas a determinadas regiones del país. Esto incluye la propagación de enfermedades respiratorias causadas por el ozono troposférico, que se incrementa con el calor, así como el aumento de la incidencia de enfermedades infecciosas transmitidas por el agua y alimentos contaminados.
Aumento de las enfermedades respiratorias
El aumento de las temperaturas extremas y la mayor contaminación del aire están relacionados con el incremento de enfermedades respiratorias. El calor favorece la formación de ozono troposférico, un contaminante que irrita los pulmones y empeora enfermedades como el asma y la bronquitis. Además, la quema de combustibles fósiles, que contribuye al cambio climático, también agrava la contaminación atmosférica, lo que aumenta la morbilidad y mortalidad cardiovasculares y respiratorias.
El papel del Observatorio Nacional de Salud y Clima
Argentina ha reconocido la importancia de abordar el cambio climático desde una perspectiva de salud pública, y para ello se creó el Observatorio Nacional de Salud y Clima. Este observatorio tiene como objetivo recopilar y difundir información sobre los efectos del cambio climático en la salud humana y promover la investigación en esta área.
El Observatorio Nacional de Salud y Clima se enfoca en integrar la salud en las políticas de cambio climático, apoyando el diseño de estrategias de adaptación para mitigar los impactos del cambio climático en la población. A través de su labor, busca generar conciencia en la ciudadanía sobre la relación entre el clima y la salud, así como fomentar la educación y sensibilización pública.
Este observatorio también trabaja en el desarrollo de un sistema de indicadores de salud y ambiente, que permita hacer un seguimiento continuo de los efectos del cambio climático y las políticas de adaptación en la morbi-mortalidad. Esta base de datos será crucial para entender cómo se manifiestan los impactos del cambio climático en la salud pública y para mejorar la respuesta sanitaria ante estos desafíos.
Medidas para mitigar los efectos en la salud pública
Ante el impacto del cambio climático sobre la salud, es imprescindible adoptar medidas preventivas. Fortalecer los sistemas de salud y mejorar la infraestructura sanitaria es vital para enfrentar los efectos adversos del calentamiento global. Además, invertir en la investigación sobre las enfermedades relacionadas con el clima y fomentar políticas de salud pública adaptativas ayudará a reducir el riesgo de enfermedades asociadas con eventos climáticos extremos y cambios en los patrones de transmisión de enfermedades.
El cambio climático es una amenaza directa para la salud pública en Argentina. Sin embargo, con una acción conjunta entre el gobierno, los sectores académicos y la sociedad civil, se pueden implementar estrategias efectivas para mitigar sus efectos y mejorar la resiliencia del país ante este reto global.