La ciudad de Cali, Colombia, se ha convertido en el centro de atención mundial al ser la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, conocida como COP16. Este evento, que se llevará a cabo del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024, reunirá a representantes de 196 países con el objetivo de encontrar soluciones efectivas para detener y revertir la alarmante pérdida de biodiversidad, un tema crítico que se busca abordar de manera efectiva para el año 2030.
Durante la ceremonia de apertura, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, junto con autoridades locales, recibió a destacados referentes medioambientales de diversas partes del mundo. Este encuentro no solo pone a Colombia en el centro del debate global sobre el medioambiente, sino que también resalta la importancia de América Latina en la discusión sobre la conservación de la biodiversidad y el cambio climático. Además, permitirá revisar el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, que fue adoptado en la COP15, celebrada en Montreal, Canadá, en diciembre de 2022.
Este marco establece un plan con cuatro objetivos y 23 metas que los países deben cumplir para combatir la pérdida de biodiversidad. Entre los objetivos más destacados se incluye la conservación de al menos el 30% de las áreas terrestres, marinas y costeras a nivel global, así como la restauración del 20% de los ecosistemas que se encuentran en estado de degradación. Según las Naciones Unidas, el cumplimiento de estas metas es esencial para asegurar la supervivencia del planeta y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
Detalles de la cop16
Un símbolo destacado de la COP16 será la Flor de Inírida, una planta endémica de Colombia que representa la riqueza natural del país. Bajo el lema “Paz con la Naturaleza”, la conferencia busca promover una reflexión profunda sobre la interacción de la humanidad con el medio ambiente. La COP16 se enfocará no solo en la conservación de la biodiversidad, sino también en la interrelación entre la biodiversidad y el cambio climático. Las evidencias científicas han mostrado que la biodiversidad es crucial para regular el clima y mitigar los efectos del cambio climático.
Según información del Fondo Mundial para la Naturaleza, los ecosistemas saludables, como los bosques y los océanos, han absorbido el 54% de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por las actividades humanas en la última década. Por lo tanto, proteger y restaurar estos ecosistemas no solo ayuda a detener la pérdida de biodiversidad, sino que también brinda apoyo a las comunidades para adaptarse a los efectos del cambio climático. Ecosistemas como los humedales, los manglares y los arrecifes de coral funcionan como barreras naturales ante desastres climáticos, protegiendo a las poblaciones vulnerables de tormentas y del aumento del nivel del mar. Estos ecosistemas son vitales tanto para la biodiversidad como para la resiliencia ante el cambio climático.
Previo al inicio de la COP16, se espera que los países participantes presenten actualizaciones de sus Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (NBSAPs, por sus siglas en inglés). Esto permitirá establecer metas y planes específicos para implementar el Marco Global de Biodiodiversidad. Algunos países, como España, Francia, Japón, Luxemburgo y Hungría, ya han compartido sus actualizaciones, lo que demuestra su compromiso con los objetivos acordados en la COP15. Sin embargo, aún hay numerosos países que deben cumplir con esta tarea antes del inicio de la conferencia.
Un hito para américa latina y el caribe
La COP16 no solo representará un avance significativo para Colombia, sino que también marcará un hito para toda la región de América Latina y el Caribe. Con este evento, junto con la COP30 de Cambio Climático programada para 2025 en Belém, Brasil, la región tendrá la oportunidad de exhibir su liderazgo en la lucha contra la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Cabe recordar que el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que da origen a la COP, fue adoptado durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992 y entró en vigor en 1993. Este tratado internacional establece compromisos para la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus recursos y la distribución equitativa de los beneficios derivados de los recursos genéticos. En la COP16, estos compromisos se traducirán en acciones concretas para enfrentar algunos de los desafíos más apremiantes del planeta.
Llamado del secretario general de la ONU
En la inauguración de la COP16, el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado urgente a los gobiernos para que tomen medidas concretas, señalando que el planeta no está en el camino correcto en términos de protección y conservación de la biodiversidad. En un mensaje proyectado durante la ceremonia, Guterres enfatizó que el Marco Mundial para la Biodiversidad busca restaurar la relación entre la humanidad y los ecosistemas, pero advirtió que no se están logrando los avances esperados. Resaltó que la destrucción de la naturaleza genera conflictos, pobreza, desigualdad y contribuye a la crisis climática, lo que perjudica el desarrollo sostenible, los empleos verdes y la economía global.
Guterres también hizo hincapié en que un colapso de los servicios ecosistémicos, como la polinización y el suministro de agua limpia, podría resultar en pérdidas económicas de billones de dólares anualmente, siendo las poblaciones más vulnerables las que sufrirían las consecuencias más graves. El secretario general recordó que el compromiso con el Marco Mundial para la Biodiversidad implica que los países deben desarrollar planes claros que alineen sus acciones nacionales con todos los objetivos establecidos en el marco de Kunming-Montreal, aprobado en la COP15.
La lucha por la biodiversidad
La COP16 ofrece una plataforma crucial para que los países compartan experiencias, colaboren y desarrollen estrategias innovadoras para abordar la crisis de la biodiversidad. Los desafíos son significativos, ya que la pérdida de biodiversidad continúa afectando a los ecosistemas y, por ende, a la calidad de vida de millones de personas en el mundo. Sin embargo, también existen oportunidades para avanzar hacia un futuro más sostenible mediante la cooperación internacional y el compromiso colectivo, algo que vienen exigiendo las organizaciones ambientalistas del mundo, como Greenpeace Colombia.
Es fundamental que las decisiones tomadas durante la conferencia no se queden solo en promesas, sino que se traduzcan en acciones efectivas. El éxito de la COP16 dependerá de la voluntad política de los países para implementar políticas ambiciosas y alcanzar los objetivos de conservación. Las próximas semanas en Cali serán cruciales para determinar el rumbo de la conservación de la biodiversidad en el mundo, y es imperativo que se logren resultados tangibles que beneficien tanto al medio ambiente como a las comunidades.
La COP16 en Colombia no solo representa un evento internacional significativo, sino que es una oportunidad crítica para abordar uno de los problemas más urgentes que enfrenta nuestro planeta. Con la colaboración de 196 países, se espera que este encuentro impulse acciones efectivas que puedan frenar la pérdida de biodiversidad y asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.