La NASA lanza un nuevo satélite para comprender mejor el cambio climático

La NASA lanza un nuevo satélite para comprender mejor el cambio climático

El cambio climático se ha convertido en uno de los peores enemigos del planeta. Ante esta realidad donde los océanos se vuelven cada vez más ácidos y la atmósfera se satura de gases contaminantes de efecto invernadero, científicos de la NASA han desarrollado el proyecto PACE, una misión satelital que tiene como objetivo estudiar a fondo las interacciones entre los océanos y la atmósfera terrestre. 

El satélite PACE (denominado así por las siglas en inglés de las palabras Plancton, Aerosoles, Nubes y Ecosistemas Oceánicos), fue lanzado el 6 de febrero de 2024 y promete brindar información vital que permitirá comprender y hasta predecir con mayor precisión los futuros eventos climáticos promovidos por el calentamiento global. 

¿Cómo se produce el cambio climático?

El cambio climático es uno de los mayores desafíos del mundo moderno. Sus devastadoras consecuencias se están haciendo sentir en todo el planeta, desde un significativo aumento del nivel del mar, hasta la repetición exagerada de fenómenos climáticos extremos, como sequías e inundaciones. 

Los científicos de la NASA consideran que para poder hallar una solución eficaz a este problema es fundamental comprender de manera exhaustiva los mecanismos que impulsan estos cambios en el clima terrestre. El satélite PACE promete arrojar luz sobre las complejas interacciones entre los océanos y la atmósfera terrestre.

El rol de los gases microscópicos en el cambio climático

Este flamante proyecto de la NASA fue planificado minuciosamente durante más de dos décadas con el objetivo de estudiar la vida microscópica en el agua y el aire del planeta, desde el espacio. De acuerdo con Pam Melroy, administradora adjunta de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio estadounidense, este satélite permitirá entender cómo estas micropartículas repercuten en el clima mundial.

A través de los resultados obtenidos por la misión, los expertos esperan poder informar a los mandatarios de su país (y del resto de las naciones del mundo) acerca de las mejores decisiones posibles para mitigar y contrarrestar los efectos del cambio climático, mejorando así la capacidad de adaptación del planeta. 

¿Cómo repercuten los aerosoles en la formación de nubes y el aumento de la temperatura?

La directora de la División de Ciencias de la Tierra de la NASA, Karen St. Germain, explica que el satélite PACE ayudará a responder algunas de las preguntas más importantes que los científicos han tenido durante años. Por ejemplo, cómo es la interacción entre los océanos y la atmósfera a medida que las temperaturas mundiales siguen aumentando. 

Estos aerosoles pueden ser de diferentes tamaños y sus compuestos pueden tener efectos muy distintos en la atmósfera. Mientras algunos pueden actuar como núcleos de condensación para la formación de nubes, otros pueden influir en la cantidad de radiación solar que llega a la superficie de la Tierra. Al comprender mejor cómo cada una de estas partículas afecta el clima, los científicos esperan poder mejorar sus modelos climáticos y predecir mejor las alteraciones climáticas futuras.

El impacto del fitoplancton en la temperatura mundial

Otro de los aspectos importantes que permitirá analizar el nuevo satélite tiene que ver con la vida microscópica de los océanos, en particular del fitoplancton. Estos diminutos organismos juegan un papel crucial en la regulación del clima, ya que tienen la capacidad de absorber dióxido de carbono de la atmósfera durante la fotosíntesis. 

Pero lamentablemente, los cambios en la temperatura del océano y la consecuente alteración de la acidez oceánica han estado afectando su salud y distribución. Como resultado, se ha producido un efecto en cadena en todos los ecosistemas marinos. Los especialistas consideran que al conocer mejor el estado actual del fitoplancton, será más fácil predecir y prevenir los futuros cambios en la salud de los océanos. 

En un momento en que organizaciones ambientalistas como Greenpeace u Oceana trabajan sin cansancio para que los líderes mundiales tomen medidas concretas para combatir el cambio climático, la comunidad científica responde con el lanzamiento de este satélite, que ofrece una nueva luz de esperanza de poder dejar un planeta habitable a las próximas generaciones.