
• Con solo 18 años cofundó Jóvenes por el Clima en Argentina y llevó la agenda ambiental a la política local.
• Su liderazgo combina activismo, estrategia institucional y una visión de justicia intergeneracional.
A veces basta una chispa para encender una conversación nacional. Y eso fue lo que hizo Nicole Becker, estudiante de derecho, activista ambiental y una de las caras más reconocibles del ecoactivismo juvenil en Argentina. Su historia no arranca en una ONG tradicional ni en una cumbre internacional: nace en las calles, al calor del #FridaysForFuture, el movimiento que popularizó Greta Thunberg. Pero a diferencia de otros liderazgos fugaces, el de Nicole tomó forma organizativa y estratégica.
En 2019, junto a un pequeño grupo de estudiantes, fundó Jóvenes por el Clima Argentina, una organización que rápidamente se convirtió en interlocutora del poder político. Su impacto fue inmediato: logró instalar la emergencia climática como tema legislativo, participó de reuniones oficiales y foros internacionales, y demostró que el ambientalismo joven no es decorativo, sino profundamente político.
De la protesta a la propuesta: cómo se construye un liderazgo climático real
A los pocos meses de su aparición pública, Nicole fue invitada a exponer en el Congreso Nacional y se sentó a dialogar con ministros y funcionarios. En cada intervención, insistió en una idea clara: “No estamos luchando solo por el planeta. Estamos luchando por el derecho a tener un futuro”. Esa frase no fue solo un slogan. Fue un cambio de tono en el debate público argentino, donde el ambientalismo siempre fue percibido como algo lejano, de especialistas o celebrities.
Con solo 22 años, Nicole ya había participado en la COP26, la cumbre climática más relevante del mundo, representando a una generación que ya no espera ser invitada, sino que toma la palabra. Allí, reclamó medidas concretas frente al calentamiento global y visibilizó las contradicciones de los discursos verdes sin acción real.
Ecofeminismo, justicia climática y participación juvenil
Uno de los puntos centrales del pensamiento de Becker es su enfoque interseccional: entiende que la crisis climática no afecta a todos por igual, y que se agrava en contextos de desigualdad social, de género y de acceso a derechos básicos.
Por eso, defiende una justicia climática que contemple a los sectores más vulnerables y articule la lucha ambiental con la defensa de los derechos humanos.
En sus entrevistas insiste en que el liderazgo no es personalista, sino colectivo. “Yo no soy la voz de mi generación —dice—, soy una entre miles que están organizándose”. Esa perspectiva colaborativa refuerza su credibilidad: no se posiciona desde la soberbia del influencer, sino desde la horizontalidad del activismo real.
De la calle al Estado: participación institucional con impacto
En 2020 fue seleccionada como una de las 25 personas jóvenes del mundo reconocidas por la ONU por su labor climática. Pero más allá del reconocimiento simbólico, Nicole impulsó medidas concretas: campañas de ley, foros públicos, acuerdos con ministerios y articulaciones con otras organizaciones como Eco House y Consciente Colectivo.
También trabaja en formación de juventudes y acompañamiento de proyectos comunitarios. Su liderazgo no depende del micrófono, sino de la construcción de poder con otros. Y esa madurez política, inusual en figuras tan jóvenes, explica por qué fue convocada a integrar espacios de consulta tanto del gobierno nacional como de organismos multilaterales.
Una nueva forma de liderazgo argentino
Nicole Becker no responde al modelo clásico de líder carismático ni al emprendedor que busca escalar. Su propósito es más profundo: insertar el ambientalismo en la política pública. No como un tema más, sino como un eje transversal que afecta economía, salud, educación y derechos.
Al verla hablar, no hay estridencias ni promesas vacías. Hay una joven que conoce el lenguaje institucional, pero que no pierde la raíz de su lucha. “Lo que no se nombra no existe —dice— y por eso vinimos a ponerle palabras a lo que sentimos desde hace años”.
