
Maristella Svampa es investigadora, socióloga y autora. Promueve una reflexión acerca de la conexión entre el desarrollo, la democracia y el medio ambiente desde su puesto en la Universidad Nacional de La Plata.
En una entrevista con el medio de comunicación La Nación, advirtió; «El cambio climático no es solo un problema medioambiental; es un tema civilizatorio ya que nos obliga a reconsiderar cómo producimos, consumimos y poblamos el planeta».
Svampa sostiene que la tecnología o el marketing verde no son la solución para la emergencia ecológica. «Una transformación energética equitativa no es posible sin un cambio en la cultura y en la sociedad. «Si seguimos respaldando el extractivismo, simplemente alteramos la naturaleza del daño», declaró en Página/12.
Crítica al extractivismo y mirada latinoamericana
Svampa fue de las primeras investigadoras en definir el modelo económico de la zona como «consenso de los commodities». Sostuvo en Claves para pensar el nuevo patrón de desarrollo latinoamericano (2013) que «la ampliación sustentada en la venta al exterior de productos primarios genera dependencia, inequidad y deterioro del medioambiente».
Además, criticó la función de los gobiernos progresistas que, según él, «no consiguieron romper con el enfoque extractivista, sino que lo intensificaron bajo un discurso de redistribución». En esa misma línea, declaró que «el problema no está relacionado con el color político, sino con el modelo de civilización». «Todos continúan evaluando el avance en barriles de petróleo o toneladas de soja» (Revista Crisis, 2022).
La importancia de lo social
En sus intervenciones más recientes, vincula la batalla por el medioambiente con la justicia social. «Los que más padecen el cambio climático son los pobres. La desigualdad es un factor que no podemos obviar al hablar de sostenibilidad. Una transición justa implica no trasladar el costo a las comunidades y reparar los daños del modelo anterior», declaró en el Congreso Internacional de Ambiente y Sociedad (UNLP, 2023).
Además, fue categórica en lo que respecta a la transición energética: «Si bien la extracción de litio parece ser una solución, podría convertirse en un nuevo extractivismo verde si no se regula.Si los ecosistemas son destruidos para la producción de energía, no existe una energía limpia», dijo a El Destape.
En un conversatorio que llevó a cabo el Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Género, sostuvo: «Las mujeres son las más afectadas por la crisis medioambiental porque ellas son las responsables de garantizar los alimentos, el agua y los cuidados».
Con esa premisa, dijo que el ecofeminismo es una reacción política y ética frente a un sistema que destruye la vida, no es una moda pasajera.
Su trabajo está vinculado con movimientos sociales, comunidades nativas y jóvenes que protegen el medio ambiente. «Gran cantidad de mujeres forman parte del ambientalismo popular en América Latina, y defienden el territorio con su propio cuerpo», indicó. En marzo de 2024, declaró en Perfil: «Esas batallas son la vanguardia del nuevo siglo».
La reflexión de inicio a fin
El reto para ella es edificar un futuro diferente: «No es cuestión de regresar al pasado ni de idealizar la naturaleza. Es cuestión de concebir sociedades cuyo bienestar no dependa de la destrucción. La crisis ecológica nos cambiará a nosotros si no cambiamos nuestra forma de vivir», concluyó.
