Los vertidos de aguas residuales y la erosión hacen temer a algunos científicos que una de las playas más lindas de Sudáfrica sufra su desaparición en un tiempo. Es el caso de Durban, uno de los puntos turísticos más importantes del país.

Durban: una de las playas de Sudáfrica más afectada por el cambio climático
Los encantos turísticos de Sudáfrica atraen a millones de visitantes anualmente, generando un crucial respaldo financiero para el país. Sin embargo, este paraíso del turismo enfrenta una amenaza sería: muchas de sus playas padecen vertidos de aguas residuales y la erosión geológica provocada por el desarrollo de infraestructuras pone en riesgo su existencia para 2050, según advierten científicos y activistas medioambientales.
Un ejemplo destacado de esta crisis se observa en Durban, la tercera ciudad más grande de Sudáfrica y un importante destino turístico. Durante las vacaciones del año pasado, las playas de KwaZulu-Natal, que alberga Durban, estuvieron cerradas por meses debido a la contaminación por aguas residuales. Análisis encargados por ONG ecologistas revelaron niveles críticos de Escherichia coli (E. Coli), lo que representa un riesgo real de propagación de enfermedades transmitidas por el agua.
La mala calidad de este recurso se atribuye al envejecimiento de las infraestructuras, agravado por las inundaciones de 2022, la falta de inversión pública y otros problemas estructurales. Expertos señalan la corrupción, el nepotismo en la gestión de playas, la escasez de fondos municipales y la emigración de ingenieros ambientales como factores contribuyentes a esta crisis.

Polución, plásticos por doquier y falta de protección de los arenales
En otras ciudades de la costa atlántica de Sudáfrica, los cambios en los sedimentos, el desarrollo de infraestructuras y la extracción excesiva de arena están afectando seriamente a los arenales.
Hacia el sur, en la costa junto al océano Índico, la playa Sixteen Mile, la más extensa de Sudáfrica, está desapareciendo debido a estos movimientos de sedimentos, el desarrollo de infraestructuras y la explotación de arena. Expertos advierten que, de no controlarse, esta erosión costera representará un gran riesgo para los 3.000 kilómetros de playas en la costa sudafricana.

La extracción de arena es señalada como la principal responsable de todo este problema. Un pescador y barquero que colabora con el Foro de Pescadores del Cabo, afirma que hay un auge inmobiliario en los pueblos costeros cercanos a Sixteen Mile, donde los dragadores de arena están extrayendo material para la construcción. Asegura que, a las tres de la mañana, puede contar docenas de camiones que transportan arena fresca tierra adentro. Advierte que, si no se detiene, convertirán las playas en una zanja en ruinas.
La desaparición de la arena tiene consecuencias más allá de lo estético. La costa atlántica del Cabo enfrenta inundaciones recurrentes y de gran impacto. La última, en septiembre, causó enormes daños y las indemnizaciones ascendieron a 76 millones de dólares solo en Ciudad del Cabo. Las playas vírgenes, que aún conservan su amplitud, son las que mejor protegen contra las inundaciones costeras, según revela un estudio de 2022 de los Centros Nacionales de Ciencias Oceánicas Costeras.
Un activista del clima advierte que las ciudades costeras de Sudáfrica no están aprendiendo de las graves consecuencias de permitir que la codicia humana destruya las playas. Si continúan los ataques, no solo desaparecerán las playas y la economía del turismo de Sudáfrica, sino que también colapsarán los ecosistemas pesqueros.