
Un grupo de diseñadores argentinos brilló en la Semana del Diseño de Milán al presentar una propuesta que es tanto innovadora como sostenible: artículos estéticos elaborados a partir del micelio, que es una red subterránea de hongos.
De acuerdo con el medio Clarín, estos filamentos microscópicos son biodegradables y pueden servir como alternativa al plástico para el embalaje. Este material fue el proyecto pionero de la empresa argentina MOSH, cofundada por la diseñadora industrial Denise Pañella, que crea diversos sistemas de empaques.
MOSH utiliza micelio y residuos agrícolas para ofrecer soluciones que son compostables y biodegradables. Cada producto es resistente, ligero, aislante, resistente al agua, personalizable y no contiene plásticos.
Según explican, sin embargo, con un enfoque en el diseño, este proyecto atrajo a un nuevo público al demostrar el potencial de este material fundamental para el futuro del diseño sostenible.
Así, la empresa amplió su ámbito de acción al investigar nuevas formas de uso del material. Durante la Design Week en Milán, MOSH Design lanzó una colección que aplica este biocompuesto al campo del arte. De este modo, el micelio no solo sustituye al poliestireno en el embalaje, sino que también empieza a integrarse en el mundo del diseño y la creación artística, estableciéndose como un material versátil, práctico y con una identidad única.
Es importante mencionar que la exhibición presentó obras inspiradas en joyas, todas completamente biodegradables, elaboradas con el mismo material que la empresa madre utiliza para sus empaques, otra rama de su negocio.
El descubrimiento de usarlo como material para crear piezas de arte lo hace aún más interesante, dado su infinito potencial para unir diseño, ciencia y responsabilidad ambiental. Este concepto es muy novedoso, ya que no se limita a ser un elemento decorativo, sino que se convierte en un manifiesto sobre los nuevos materiales circulares.
El equipo, bajo la dirección de la diseñadora industrial Denise Pañella, logró convertir el micelio en una experiencia sensorial, artística y conceptual al transformar un objeto en una declaración de principios que coloca a Argentina en el mapa del diseño sostenible a nivel mundial.