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¿Qué es el capital natural y cómo puede combatir el cambio climático?

¿Qué es el capital natural y cómo puede combatir el cambio climático?

Los bienes y servicios que proporcionan los ecosistemas, como regular el clima, proveernos de alimentos, agua limpia, ropa o combustible, constituyen la base sobre la que se construyen las sociedades y la economía. No obstante, la velocidad a la que el capital natural está disminuyendo se ha acelerado debido a la influencia de la actividad humana.

Impulsar estilos de vida más sostenibles es una estrategia fundamental para contribuir a la recuperación de la naturaleza, ya que el modo en el que nos comportamos, producimos y consumimos tiene un fuerte impacto, tanto en el uso de los recursos naturales como en las emisiones de gases efecto invernadero y, por lo tanto, en la biodiversidad y en los efectos del cambio climático.

¿Cuál es el capital natural?

El capital natural engloba los recursos de un ecosistema, ya sean renovables o no. Estos sistemas biológicos nos proveen de diversos bienes, como agua, madera, materiales de construcción, energía, medicinas y recursos genéticos. Además, nos ofrecen de manera gratuita una amplia gama de servicios, como la regulación del clima, el procesamiento de sustancias contaminantes, la depuración de aguas y la absorción de carbono, entre otros.

En las últimas cinco décadas, la actividad humana ha alterado los ecosistemas de manera rápida y extensa, superando cualquier periodo en la historia de la humanidad. Esta transformación, impulsada en gran medida por la necesidad de satisfacer demandas crecientes de alimentos, agua dulce, madera, fibra y combustible, ha resultado en una pérdida sustancial y en gran medida irreversible de la diversidad planetaria. 

Respaldado por Naciones Unidas, el programa científico de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio representa el esfuerzo internacional más significativo para evaluar la condición y las tendencias de los ecosistemas globales, así como para analizar las implicaciones de sus cambios en el bienestar humano.

El cálculo del Capital Natural (Natural Capital Accounting, NCA) desempeña un papel crucial en la evaluación del progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Estos objetivos, que incluyen la erradicación de la pobreza y la promoción del desarrollo sostenible en todos los países para 2030, representan un desafío monumental. 

Para abordar estas metas de manera efectiva, es necesario contar con información más completa e integrada sobre cómo interactúan la economía, el medio ambiente y la sociedad. El balance del capital natural contribuye a facilitar el logro de los ODS al destacar las conexiones entre el desarrollo económico y el entorno natural, proporcionar información clave para la toma de decisiones, promover políticas sostenibles y monitorear el progreso hacia estos objetivos.

Diferencias entre capital natural y biodiversidad

Aunque a veces se utilizan de manera intercambiable, existen diferencias fundamentales entre los términos capital natural y biodiversidad.

La noción de biodiversidad engloba a todos los seres vivos en el planeta, los ecosistemas que habitan y las interrelaciones que establecen entre sí. Este término abarca la variedad de formas de vida, desde microorganismos hasta plantas y animales, así como la compleja red de interacciones que sustentan la vida en la Tierra.

En cambio, el concepto de capital natural se refiere a todos los recursos naturales presentes en un espacio determinado que generan beneficios para los seres humanos. Este abarca elementos como el aire, el agua, la tierra, los minerales y otros recursos que brindan servicios esenciales para el bienestar humano, como el suministro de alimentos, agua potable, materiales para la construcción y otros servicios ambientales.

Así, mientras que la biodiversidad se centra en la variedad y complejidad de la vida en su conjunto, el capital natural se enfoca en los recursos que la naturaleza proporciona y que son aprovechados por los seres humanos para satisfacer sus necesidades y mejorar su calidad de vida.

Tipos de capital natural

Se pueden clasificar según las siguientes categorías:

  • Renovable. Se refiere a recursos que pueden ser restaurados por procesos naturales a una velocidad superior a la del consumo de los seres vivos, siendo inagotables. Ejemplos incluyen la radiación solar, las mareas o el viento.
  • No renovable. Se trata de recursos naturales con depósitos limitados o cuya regeneración es muy lenta, lo que puede llevar a su agotamiento. Ejemplos son el carbón, el petróleo o los minerales.
  • Recuperable. Incluye recursos como el agua potable, los suelos fértiles y la capa de ozono, los cuales, aunque pueden ser afectados por actividades humanas, tienen la capacidad de recuperarse con el tiempo.
  • Cultivado. Engloba todas las áreas y sistemas de producción agropecuaria y silvícola, refiriéndose a la gestión y cultivo de plantas y animales para el beneficio humano, incluyendo la agricultura y la silvicultura.

¿Qué podemos hacer para proteger el capital natural?

La participación de todos los actores es esencial en el camino hacia la transición ecológica. Los poderes públicos deben proporcionar el marco normativo y el impulso necesario para que la sociedad transforme su preocupación por el medio ambiente en comportamientos reales que contribuyan a preservar la naturaleza.

Algunas áreas clave para destacar:  

  • Combatir el cambio climático

El cambio climático y la pérdida de biodiversidad están estrechamente vinculados. Por un lado, el cambio climático contribuye a la disminución de especies y la pérdida de biodiversidad. Por otro lado, la salud de los ecosistemas desempeñan un papel crucial en abordar el cambio climático, tanto al absorber CO 2 como en términos de adaptación a sus impactos.

  • Favorecer las soluciones basadas en la naturaleza

Las soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación y la protección de humedales, son fundamentales para la conservación y recuperación de los ecosistemas. Además, el desarrollo de espacios verdes urbanos y la implementación de tejados y muros verdes contribuyen a contrarrestar las emisiones de CO 2 y mejoran la calidad del aire en entornos urbanos.

  • Impulsar la economía circular

La transición hacia modelos más sostenibles en la producción y el consumo es clave para la conservación y recuperación de la naturaleza. La economía circular, que implica reutilizar materiales, reciclar productos y reducir residuos, busca maximizar la eficiencia en el uso de recursos.

Impulsar la participación del ámbito empresarial en el proceso de transición hacia prácticas más ecológicas.

Las empresas desempeñan un papel vital en la conservación del capital natural. Pueden lograrlo mediante la identificación de soluciones innovadoras, la promoción de cambios en el comportamiento de sus profesionales, la transformación de sus cadenas de valor y la adopción de compromisos a largo plazo que fomenten acciones concretas y positivas hacia la naturaleza.