En el año 1971, un grupo de activistas antinucleares canadienses se embarcaron a bordo del viejo pesquero Phyllis Cormack para protestar contra las pruebas nucleares que Estados Unidos estaba llevando adelante en Alaska. Si bien la expedición no salió como esperaban, sí sentó las bases como una exitosa campaña de protesta que daría origen a Greenpeace.
Desde entonces, hemos trabajado incansablemente en la lucha para la protección y cuidado del medio ambiente. En este artículo, haremos un repaso de nuestra historia.
¿Qué encontrarás en este artículo? 1. Introducción 2.Greenpeace: una historia de esperanza en acción 3. Mujeres en Greenpeace 4. Más de medio siglo de lucha |
Greenpeace: una historia de esperanza en acción
En la década de 1960, Estados Unidos planeaba realizar pruebas nucleares en la isla de Amchitka, Alaska, generando preocupaciones sobre posibles terremotos y tsunamis debido al Terremoto de Alaska de 1964.
En 1969, una manifestación de 7,000 personas bloqueó el Puesto Fronterizo de Peace Arch entre la Columbia Británica y el Estado de Washington, llevando pancartas con el lema «No hagas una ola. Es tu culpa si nuestra falla continúa». A pesar de las protestas, la prueba nuclear de Milrow se llevó a cabo el 2 de octubre de 1969.
Como respuesta a la decisión de Estados Unidos de llevar a cabo otra prueba nuclear más potente, un grupo de opositores, incluyendo a Jim Bohlen, un veterano de la Marina de EE. UU., e Irving Stowe, cuáqueros recién convertidos, decidieron llevar a cabo una protesta pasiva en la isla. Marie, esposa de Jim Bohlen, propuso la idea de navegar hacia Amchitka, inspirada en los viajes antinucleares de Albert Bigelow en 1958.
Las primeras reuniones se realizaron en la casa de Robert Hunter, un periodista, y su esposa Bobbi Hunter. Luego se trasladaron a la casa de los Stowe en Vancouver, donde se creó el Comité No Hagas una Ola (Don’t Make a Wave Committee). La primera junta directiva la conforman Stowe, Bohlen y el regatista olímpico Paul Côté. Organizaron un concierto para recaudar fondos con artistas como Joan Baez, Joni Mitchell, James Taylor y Phil Ochs.

Para este viaje, la tripulación rebautizó el barco con un nuevo nombre en el que pregonaban la paz en el medio ambiente. Esto daría, de forma espontánea, origen al nombre Greenpeace, cuya traducción del inglés significa «paz verde».
En 1971, este grupo de protesta se aventuró al mar para proteger el archipiélago de Alaska. Aunque no lograron llegar a la zona debido a la intervención, la acción de denuncia generó manifestaciones y provocó que Estados Unidos anunciara que la prueba nuclear en las islas Aleutianas sería la última. Amchitka se convirtió desde entonces en una reserva ornitológica.
Luego de esta campaña, que finalmente consiguió su objetivo, Greenpeace enfocó sus esfuerzos en las pruebas nucleares francesas en el atolón Mururoa, en la Polinesia Francesa. El yate Vega, propiedad de David McTaggart, se convirtió en el Greenpeace III para protestar en Mururoa. Después de un asalto a McTaggart, Francia anunció que detendría las pruebas nucleares.
En la década de 1970, Greenpeace se involucró en campañas contra la caza de ballenas y la contaminación tóxica. En 1978, las sedes en Europa, Estados Unidos y el Pacífico tomaron la decisión de unificar sus recursos y formar Greenpeace Internacional.
En todos estos años, la organización se ha posicionado como una de las organizaciones ambientalistas más influyentes a nivel mundial. Su sede central está localizada en Ámsterdam, Holanda, y cuenta con oficinas en 55 países alrededor del mundo.
Mujeres en Greenpeace
Las mujeres pioneras y fundadoras de Greenpeace desempeñaron un papel fundamental en la creación de la organización, aunque no obtuvieron reconocimiento público ni se embarcaron en el barco que llevó a cabo la primera protesta. A pesar de ello, su contribución fue crucial para el éxito del viaje y para la difusión de su misión en todo el mundo.
Mientras que los hombres de la tripulación inicial recibieron atención mediática y reconocimiento como fundadores, estas mujeres trabajaron en la sombra para hacer posible el viaje que logró detener las pruebas nucleares en Amchitka. Gracias a su esfuerzo, la visión de Greenpeace se extendió a todos los rincones del planeta.
50 de logros y muchos más por venir.

Más de medio siglo de lucha
A lo largo de 50 años, hemos conseguido, entre otras tantas cosas,
- Bloquear y detener las pruebas nucleares, así como prevenir el vertido de desechos tóxicos en los océanos.
- Establecer una base en la Antártida y hemos abogado por la protección de este continente a través del Tratado de los Océanos.
- Llevar adelante investigaciones sobre las grandes empresas contaminantes y hemos logrado poner fin a la era del carbón en naciones como España.
- Colocar a nuestros barcos entre las ballenas y los peligrosos arpones balleneros para salvaguardar a estas majestuosas criaturas marinas.
- Luchar, junto a diversas comunidades, pueblos indígenas, sindicatos y aliados de todo el mundo, para garantizar un futuro justo, sostenible y en armonía con la naturaleza.
Greenpeace ha trabajado mucho para proteger el planeta y aún queda mucho por hacer para mitigar los efectos del inminente cambio climático.