Incendios en el Parque Nacional Nahuel Huapi: un desafío continuo para la conservación

Incendios en el Parque Nacional Nahuel Huapi: un desafío continuo para la conservación

El Parque Nacional Nahuel Huapi, ubicado en la región sur de Argentina, es uno de los mayores tesoros naturales del país, con su extensa biodiversidad y paisajes únicos. Sin embargo, en las últimas semanas, este espacio protegido ha enfrentado una crisis medioambiental significativa debido a los incendios forestales que han afectado severamente su ecosistema. 

El incendio en el Parque Nacional Nahuel Huapi comenzó el 25 de diciembre del 2024 en los alrededores del lago Los Manzanos, ubicado al sur de la zona. Inicialmente, el fuego se propagó lentamente, pero rápidamente se intensificó debido a las altas temperaturas y vientos fuertes. Para finales de enero, el incendio ya había alcanzado más de 11.000 hectáreas y se extendió desde el valle del río Manso Medio hasta el istmo de los lagos Martin y Steffen. Este avance descontrolado del fuego fue alimentado por la falta de lluvias y el aumento de la temperatura, creando condiciones ideales para su propagación.

A mediados de febrero de 2025, el incendio alcanzó una nueva fase crítica con la formación de un foco secundario en la zona de El Manso Inferior, cerca del cerro Santa Rita. Este foco se desató por la acción de los vientos y las altas temperaturas, quemando más de 900 hectáreas de vegetación. Afortunadamente, después de más de 20 días de lucha ininterrumpida, los brigadistas lograron detener el avance del fuego en esta zona, un pequeño respiro en la lucha constante contra el incendio.

Esfuerzos para controlar los incendios y los retos que persisten

A pesar de los avances en el combate al fuego en El Manso, el incendio en la zona de Los Manzanos continúa siendo un desafío. Con más de 60 días de trabajo intensivo, las llamas siguen activas en algunas áreas, especialmente alrededor de la Cascada Los Alerces y la zona cercana a la frontera con Chile. Las condiciones geográficas del lugar dificultan el control del fuego, ya que el terreno montañoso y la vegetación densa ofrecen pocos puntos de acceso para los brigadistas.

Las autoridades han desplegado diferentes estrategias para hacer frente al fuego, incluyendo la creación de cortafuegos y líneas de defensa. Una de las principales tareas fue la construcción de una línea de defensa de 12 kilómetros de largo y 4 metros de ancho, desde el cerro Santa Elena hasta el cerro Santa Rita. Esta línea no solo permite un control más efectivo del fuego, sino que también facilita el acceso a vehículos de emergencia y brigadistas, que son esenciales para el trabajo en terreno.

En la zona de Los Manzanos, la estrategia ha sido combinada, utilizando medios aéreos como helicópteros y aviones hidrantes, junto con el trabajo en tierra realizado por brigadistas y guardaparques. La complejidad de la situación en esta área, marcada por su proximidad a la frontera con Chile, ha requerido la colaboración de ambos países. La Corporación Nacional Forestal (Conaf) de Chile ha trabajado estrechamente con las autoridades argentinas para coordinar las acciones de lucha contra el fuego en la zona limítrofe, especialmente en los territorios de alta montaña donde el fuego amenaza con cruzar las fronteras.

La importancia de la colaboración internacional y la resiliencia comunitaria

El combate al fuego en el Parque Nacional Nahuel Huapi ha puesto de manifiesto la importancia de la cooperación internacional en situaciones de emergencia medioambiental. Gracias al trabajo conjunto entre Argentina y Chile, se han establecido planes para gestionar el avance del fuego en las zonas más afectadas por el incendio, particularmente en áreas cercanas a la frontera, donde las condiciones son extremadamente difíciles.

Además, la resiliencia de la comunidad local ha sido fundamental en la lucha contra los incendios. Los habitantes de Bariloche y las zonas circundantes han apoyado activamente a los brigadistas y guardaparques, ofreciendo ayuda logística, información y apoyo en las labores de evacuación. Esta cooperación entre los residentes y las autoridades es crucial para garantizar la seguridad de las poblaciones cercanas al parque, mientras se salvaguarda la biodiversidad de este valioso ecosistema.