
El asesinato de un cachorro de yaguareté en la Ruta Nacional 12, cerca de Puerto Península, en la provincia de Misiones, ha vuelto a poner en evidencia la crítica situación que atraviesa esta especie emblemática en el país. El yaguareté es considerado el mayor felino del continente americano y en Argentina se encuentra en peligro crítico de extinción, con ¡menos de 250 ejemplares vivos!
Greenpeace Argentina, una de las organizaciones ecologistas que más ha trabajado para proteger los territorios naturales de este felino, sostiene que este hecho es una nueva muestra de la desidia y la falta de políticas públicas para prevenir esta clase de incidentes. Además, recuerda que la deforestación pone en riesgo los hábitats naturales de la especie.
Cabe recordar que esta situación que atraviesa el yaguareté no es nueva. Desde hace años, las provincias que conforman los bosques nativos del Gran Chaco vienen padeciendo la destrucción de estos ecosistemas por parte de empresarios inescrupulosos que no tienen reparos en acabar con el mayor depredador de la selva argentina.
¿Por qué el yaguareté se encuentra al borde de la extinción?
El yaguareté (Panthera onca), también conocido como jaguar, es una especie emblemática de América Latina. Pero en nuestro país su situación es especialmente crítica, con una población estimada de menos de 250 ejemplares que se divide en tres regiones principales: la Selva de Yungas (donde solo quedan aproximadamente entre 120 y 150 individuos), la Selva Misionera (donde apenas hay entre 70 y 90) y el Bosque Chaqueño (¡con menos de 20 ejemplares!).
Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace Argentina, explica que esta especie necesita de grandes territorios de selvas y bosques para cazar y sobrevivir. De hecho, puede recorrer áreas de hasta 500 kilómetros cuadrados en busca de alimento y refugio. Por este motivo, su bienestar es un gran indicador de la salud de los ecosistemas.
Por otro lado, el yaguareté cumple un rol fundamental en su ecosistema, ya que al ser un depredador tope, contribuye a regular las poblaciones de sus presas (desde tapires, hasta caimanes) y, en consecuencia, el equilibrio de su entorno.

Pero en las últimas décadas, estos felinos han padecido la fragmentación de su hábitat y la muerte de cientos de ejemplares como consecuencia de actividades humanas como la deforestación, la cacería ilegal y los atropellos de vehículos que circulan por rutas que no deberían existir, ya que atraviesan áreas protegidas.
La causas detrás del peligro de extinción del yaguareté
Existen varios motivos por los que el yaguareté se encuentra al borde de la extinción en Argentina. Por un lado, la deforestación, especialmente en regiones como el Gran Chaco y la Selva Misionera, que ha reducido de forma terrible las áreas donde el yaguareté puede vivir y cazar. La expansión de la frontera agropecuaria y la construcción de rutas y asentamientos humanos hacen que cada vez sea más difícil para la especie movilizarse sin enfrentar peligros mortales como el atropellamiento de sus cachorros o la escasez de presas para alimentarse.
Por otro lado se encuentra la caza ilegal. Que aunque está prohibida continúa sucediendo en varias zonas del país. Muchas personas consideran sus pieles y cráneos como trofeos, pero también son víctimas de ganaderos, que los ven como una amenaza para su ganado. Esta práctica ha contribuido a reducir su ya escasa población.
Finalmente tenemos a los incendios forestales y el cambio climático, que no solo destruyen los bosques nativos que el yaguareté necesita para sobrevivir, sino que también afectan a aquellas especies de las que este felino se alimenta. Y aunque en Argentina existen leyes como la Ley de Bosques, hasta el momento no se ha aplicado de forma adecuada por falta de presupuesto y de voluntad de los políticos.

¿Qué se puede hacer para evitar los atropellos de yaguaretés?
El reciente atropellamiento de una cría de yaguareté en Misiones demuestra la falta de medidas adecuadas en el país para proteger a la fauna local. Lamentablemente, estos accidentes no son aislados, sino que se producen frecuentemente por lo mal planificadas que están las carreteras que intersectan los hábitats de especies como el yaguareté.
A pesar de la implementación de pasos de fauna y señalización en algunos tramos, no siempre es suficiente para resolver el problema. Y al tratarse de una especie en peligro crítico de extinción, la falta de planificación agrava el riesgo para las crías. Por este motivo, los expertos piden mejorar la infraestructura en zonas críticas, agregando más pasos de fauna, mayores restricciones de velocidad y campañas de concientización para los conductores.