
El descongelamiento de los polos es uno de los fenómenos más preocupantes relacionados con el cambio climático. Y de acuerdo con datos provistos por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés), el aumento histórico que tuvo la temperatura media mundial durante 2024 podría llevar al planeta a niveles de calor cercanos a los del período Plioceno, ¡hace más 3 millones de años atrás!
De hecho, entre enero y agosto de 2024, las temperaturas mundiales sobrepasaron 1,5 grados centígrados los niveles preindustriales. Mientras que, según el Observatorio de Mauna Loa (un centro de investigación científica dedicado al monitoreo de gases atmosféricos), las emisiones de gases de efecto invernadero aumentaron más de un 52% con respecto a los niveles de la era preindustrial.
Pero el impacto del calentamiento global no solo se hace notar en la temperatura del aire, sino también en los ecosistemas polares, que a su vez juegan un papel fundamental en la regulación del clima de la Tierra. Los expertos advierten que si los polos se descongelan como resultado del aumento de la temperatura, el nivel del mar podría subir hasta los ¡25 metros en los próximos 150 años!
Descongelamiento de los polos: un retroceso al Plioceno
El Plioceno tuvo lugar entre hace 5 y 2,5 millones de años aproximadamente. Este período se ha vuelto popular entre los científicos ambientalistas porque podría ser un espejo de lo que le espera al planeta si no se detiene el cambio climático. Durante el Plioceno, las temperaturas globales eran solo 3 grados centígrados más altas que los niveles preindustriales. Es decir, solo 1,5 grados centígrados más altas de lo que son ahora mismo.

Esto generó el descongelamiento completo de los polos y, en consecuencia, un aumento del nivel del mar de hasta 25 metros. ¿La única diferencia con la actualidad? La velocidad a la que se produjo el calentamiento de la Tierra: en ese período ocurrió a lo largo de millones de años, mientras que ahora, debido a acciones impulsadas por el hombre como la quema de combustibles fósiles y la deforestación masiva, está sucediendo en solo 150 años.
Cuesta imaginar a los ecosistemas polares sin hielo. Pero mucho más serio será imaginar a un planeta sin la capacidad de regular el clima como lo hace en la actualidad gracias a los Polos. Por este motivo, organizaciones ambientalistas como Greenpeace instan a los líderes mundiales a que tomen medidas inmediatas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué hay detrás del calentamiento global récord?
Por más que los negacionistas sigan buscando excusas para desmentirlo, la principal causa del calentamiento global es el aumento de los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano. Según datos del Global Carbon Project, en 2024 las emisiones globales de dióxido de carbono alcanzaron un récord de ¡más de 40 gigatoneladas!
El 85% de estas emisiones es resultado de la quema de combustibles fósiles y del crecimiento industrial de países desarrollados como China, Rusia y Estados Unidos. Cabe recordar que estos gases atrapan el calor en la atmósfera, creando un efecto invernadero que eleva las temperaturas de todo el planeta.

Pero además, 2024 fue un año en el que El Niño, un evento climático natural que, en promedio, ocurre cada 2 a 7 años, elevó las temperaturas globales. Esto hizo que los fenómenos extremos (olas de calor, sequías y lluvias torrenciales) fueran más intensos y frecuentes. Pero más allá de El Niño, los datos revelan una tendencia constante al aumento de las temperaturas por efecto de las actividades humanas.
¿Qué pasaría si de descongelaras los polos?
Los polos actúan como reguladores climáticos, ya que reflejan gran parte de la radiación solar. Pero a medida que se descongela el hielo polar esta capacidad va mermando, haciendo que el océano absorba más y más calor y que el calentamiento del planeta se acelere.
Ahora mismo, el Ártico está experimentando tasas de calentamiento ¡4 veces superiores al promedio global! Este fenómeno que los científicos llaman “amplificación ártica” no solo está aumentando el nivel de los océanos, sino que además está derritiendo el permafrost (suelo ártico permanentemente congelado), lo que a su vez libera grandes cantidades de gas metano.
Si lo polos se derritieran por completo, se produciría un aumento de 25 metros en el nivel del mar, haciendo que ciudades costeras como Nueva York, Miami o Jakarta queden bajo el agua. Solo una economía sostenible de carbono cero podría limitar el aumento de temperatura a los niveles establecidos durante el Acuerdo de París y evitar esta catástrofe ambiental.