Descubren una bomba de metano en el hielo de la Antártida

Vista aérea de un iceberg gigante emergiendo del océano en la Antártida, rodeado por fragmentos de hielo flotante y aguas oscuras, símbolo del deshielo polar.

Un grupo de investigadores españoles acaba de detectar un bloque de hielo gigante en la Antártida que contiene metano, un gas con un efecto invernadero hasta treinta veces más potente que el dióxido de carbono. Si bien este fenómeno ya se había documentado en el Ártico, es la primera vez que se tiene noticia de él en el continente más austral del planeta. 

Los expertos advierten que, como consecuencia del adelgazamiento de la capa de hielo antártica, la liberación del metano desde el subsuelo marino podría desencadenar un aumento enorme del calentamiento global. A su vez, este efecto aceleraría el derretimiento de los glaciares y alteraría por completo los ecosistemas oceánicos.

El metano acumulado en el lecho marino es el resultado de la acumulación de materia orgánica que se descompuso hace más de 20 mil años. Pero a medida que el calentamiento global ha ido aumentando en las últimas décadas, la presión del hielo que mantenía contenido a este gas ha ido disminuyendo. Por este motivo los científicos creen que, de no poner un freno al cambio climático, la situación podría agravarse en los próximos años. 

¿Cómo impacta el metano en el calentamiento global?

De acuerdo con el equipo de geólogos del Instituto Geológico y Minero de España, las columnas de metano detectadas en la Antártida tienen ¡hasta 700 metros de altura! Su hallazgo es alarmante porque confirma que, a medida que sus hielos se derriten, están liberando gases de efecto invernadero que habían quedado atrapados allí en el pasado. 

Estas emisiones no solo contribuyen al calentamiento global, sino que también pueden desencadenar cambios en la química de los océanos, afectando de forma irreversible a la vida marina. Además, la presencia de metano en la atmósfera contribuye al aumento de la temperatura del planeta y a que los eventos climáticos extremos se vuelvan más frecuentes en intensos. 

Según estimaciones de los expertos, en los márgenes de la península antártica existen alrededor de ¡24 gigatoneladas de carbono atrapadas en los bloques de metano! Este número equivale a las emisiones globales de dióxido de carbono generadas por todo el planeta en solo dos años. Por lo que si se liberaran, el planeta sufriría un aumento aún más acelerado de su temperatura. 

Por otro lado, el hallazgo hace dudar a los especialistas acerca de las proyecciones climáticas actuales, ya que la mayoría de los estudios al respecto no contemplan la liberación de metano en los polos. 

¿Mayor riesgo de tsunamis? 

Por si el impacto sobre el clima no fuera suficiente, la liberación de metano en la Antártida podría generar deslizamientos submarinos con consecuencias devastadoras. Esto se debe a que cuando el suelo marino se vuelve inestable puede generar eventos sísmicos submarinos. Los expertos explican que, hace alrededor de 8150 años sucedió un fenómeno similar: el tsunami de Storegga, en el norte de Europa. 

Este impacto se daría como consecuencia del aumento de la temperatura en la zona, que haría que los hidratos de metano (que funcionan como una estructura que brinda estabilidad al suelo marino) pierdan cohesión y comiencen a desplazarse. Los efectos no solo se verían en la región antártica sino también en otras regiones costeras del mundo. 

La importancia de los controles científicos en la región

Ante este panorama abrumador, científicos y miembros de organizaciones ambientalistas como Greenpeace insisten en que es necesario monitorear de cerca la evolución del metano en los polos. Ya sea a través de la recolección de datos mediante satélites o de expediciones científicas, evaluar los posibles impactos a largo plazo de este fenómeno es fundamental para prevenir catástrofes. 

En algunas partes del mundo ya se está trabajando en iniciativas que buscan capturar y aprovechar el metano antes de que llegue a la atmósfera. Pero para lograr su desarrollo será necesario que los grandes países cooperen entre sí. Además, es importante reforzar los acuerdos internacionales que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el calentamiento global antes de que sus efectos se vuelvan irreversibles.