Expertos y científicos del clima han identificado que el fenómeno de las ventiscas de nieve podría ser la principal fuente de aerosoles durante el invierno y la primavera. Y esto podría estar afectando al medio ambiente Ártico.
¿Cuál es el papel de los contaminantes y cómo influyen en la crisis climática? En este artículo te lo contamos.

¿Qué son las ventiscas de nieve?
Las ventiscas de nieve son un fenómeno meteorológico caracterizado por fuertes vientos que levantan y transportan la nieve caída en el suelo, reduciendo la visibilidad y causando la acumulación de las mismas en áreas específicas. Estas ventiscas pueden ocurrir en regiones frías y nevadas, como el Ártico, en zonas montañosas y otras áreas propensas a nevadas intensas.
Estos eventos pueden tener un impacto significativo en el entorno y en las comunidades locales, por lo que es importante entender sus efectos y cómo prepararse para ellos, especialmente en lugares donde son frecuentes.

¿Cómo se produce este fenómeno en el Ártico?
Cuando se trata de calentamiento global, el Ártico es un caso típicamente preocupante, ya que se calienta casi cuatro veces más rápido que el promedio mundial.
Esta amplitud térmica es una característica propia del cambio climático con fuertes impactos en los sistemas humanos y naturales no solo dentro de la región sino también a nivel mundial.
Desde hace mucho tiempo, la comunidad científica sabe que contaminantes de otras regiones pueden acumularse en la atmósfera del Ártico, donde alteran su composición química, absorben la radiación solar y afectan los patrones climáticos locales. Esto conduce a un calentamiento localizado que provoca la fusión de hielo y nieve en la región. Aunque las partículas de sal marina son las más abundantes en la atmósfera ártica, no se entiende completamente cómo son sus mecanismos de producción ni su influencia en el clima del Ártico.
Recientemente, científicos especializados en la atmósfera, liderados por Jian Wang, director del Centro de Ciencia e Ingeniería de Aerosoles (CASE) y profesor de ingeniería energética, ambiental y química en la Escuela McKelvey de la Universidad de Washington en St. Louis, investigaron la producción y el impacto de las partículas de sal marina y otros aerosoles en el calentamiento del Ártico.
Los resultados de su estudio, publicados en Nature Geoscience, revelaron que se produce una gran cantidad de partículas finas de esta composición a partir de la nieve que es arrastrada por el viento en el Ártico central. Esto aumenta la concentración de partículas en la atmósfera y contribuye a la formación de nubes en la región.
¿Cuáles son las consecuencias de las ventiscas en el Ártico?
El equipo de Wang analizó los datos recopilados por el Observatorio multidisciplinario a la deriva para el estudio del clima ártico (MOSAIC) y llegó a buenos resultados. La expedición les permitió observar cómo evolucionan los aerosoles y las nubes a lo largo de un año.

En sus declaraciones, Jian Wang señaló que la presencia de partículas de sal marina en la atmósfera ártica no resulta sorprendente, ya que se generan aerosoles cuando las olas del océano se rompen. No obstante, se esperaba que estas partículas fueran de mayor tamaño y menos abundantes. Sin embargo, se encontraron con que eran considerablemente más pequeñas y en una concentración más alta de lo anticipado, especialmente en momentos de nevadas y fuertes vientos.
Cabe mencionar que en el Ártico central, las noches más frías del invierno son las más claras, lo que permite que el calor de la Tierra escape al espacio sin obstáculos. Sin embargo, bajo un manto de nubes, la radiación de onda larga queda atrapada y contribuye al calentamiento, por lo que cualquier proceso que aumente la formación de nubes y la persistencia de la nubosidad también aumenta las temperaturas de la superficie.
Las pequeñas partículas de aerosol, incluyendo las finas partículas de sal marina producidas por el viento de nieve que descubrió el equipo de Wang, resultan ser muy eficaces en la formación de nubes.
Aunque los científicos no habían observado este fenómeno previamente, las finas partículas de sal marina provenientes de la nieve siempre han sido una parte del sistema climático de la región. Con esta confirmación y estudio sistemático, que reveló que las partículas de sal marina producidas por el viento de nieve representan aproximadamente el 30% del total, se pueden actualizar los modelos climáticos para analizar sus efectos en la región.
Algunas conclusiones
Wang concluyó que las simulaciones de modelos que no incluyen los finos aerosoles de sal marina provenientes de la nieve subestiman su población en el medio ambiente Ártico. Las ventiscas de nieve ocurren independientemente del calentamiento global, pero se deben incluir en los modelos de estudio para poder analizar mejor las futuras condiciones climáticas en la región.