La ONU busca proteger los océanos más alejados de la Tierra

A fin de proteger los océanos en aguas internacionales, la ONU finalmente aprobó el Tratado Global de los Océanos luego de más de 20 años de conversaciones. Este histórico pacto facilita la protección de los recursos marinos en alta mar y también garantiza un marco legal para blindar la biodiversidad de partes del océano fuera de las fronteras nacionales. 

La ONU sienta un precedente en la historia de la protección de los océanos

Después de casi dos décadas de proceso, los estados miembros de la ONU llegaron a un acuerdo para proteger todas las áreas del mar no incluidas en la zona económica exclusiva, aguas interiores de un Estado, ni en las aguas archipelágicas de un Estado archipielágico.

El acuerdo tuvo lugar en Nueva York el 4 de marzo de 2023 y, aunque la fecha oficial para las conversaciones había llegado un día antes, la presidente de la conferencia, Rena Lee de Singapur, anunció que se había llegado a un acuerdo en el tratado.

Así, el Tratado Global de los Océanos se convirtió en una pieza esencial para cumplir con el compromiso 30×30 que los países hicieron en la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad. En dicho encuentro se debatió sobre la necesidad de buscar proteger un tercio del mar(y la tierra) para el año 2030. Si no se hubiese aprobado este tratado, este objetivo hubiese estado destinado al fracaso, ya que no existía hasta el momento un mecanismo legal para establecer Áreas Marinas Protegidas(AMP) en alta mar. 

¿En qué se basa el Tratado Global de los Océanos?

El Tratado Global de los Océanos marcó un hito en la protección del alta mar. A pesar de que aún se deben adoptar y ratificar muchos conceptos por parte de los países miembros, este acuerdo representa un punto de inflexión crucial para la preservación de los océanos en todo el mundo.

La urgencia se hizo evidente, ya que hasta ahora no existía un compromiso claro para establecer una legislación que regulase las actividades en alta mar, dejando un vacío legal que no sancionaba las acciones perjudiciales para el medio ambiente.

El Tratado se fundamenta en la meta de convertir el 30% de los océanos del planeta en áreas protegidas para preservar la biodiversidad marina, con el compromiso de lograrlo antes de 2030.

Este acuerdo, a menudo descrito como una «Constitución para los mares», representa un nuevo marco normativo en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Su objetivo principal es proteger y regular el uso de las áreas más allá de las jurisdicciones nacionales, que comprenden más del 60% de los océanos y equivalen a casi la mitad del planeta.

¿Por qué es tan importante este Tratado para la biodiversidad marina?

Los océanos están en peligro y eso nadie lo puede discutir. En este sentido, El Pacto Mundial de la ONU ya había identificado cuáles eran las 5 principales amenazas. 

1. Cambio climático

Los océanos desempeñan un papel crucial en la regulación de la temperatura del planeta y, por ende, en la lucha contra el cambio climático debido a su capacidad para absorber CO₂. Sin embargo, no se debe considerar a los mares como un sumidero infinito de dióxido de carbono que pueda soportar indefinidamente los impactos de la actividad humana. El océano tiene sus límites:cuanto más CO₂ absorbe, más aumenta su acidez, alterando de esta manera su química natural y reduciendo su capacidad para mitigar el calentamiento global. 

En la actualidad, el océano absorbe alrededor del 30% del CO₂ generado por la actividad humana, lo que ha provocado un aumento del 30% en la acidez oceánica desde el inicio de la Revolución Industrial. 

2. Contaminación, basura y plásticos

El 40% de los océanos está afectado por la contaminación, lo que tiene un impacto negativo en los ecosistemas y la biodiversidad. La mayoría de los desechos que se generan en la tierra terminan en los océanos, ya sea a través de vertidos deliberados o con el escurrimiento de aguas a través de ríos y desagües. Esto incluye desde combustibles y fertilizantes hasta las notorias bolsas de plástico

3. Destrucción del hábitat, presión sobre el ecosistema y pérdida de biodiversidad

La vida marina enfrenta amenazas constantes, como el desarrollo excesivo en las costas, la liberación de nutrientes de la agricultura en el océano y el inadecuado tratamiento de aguas residuales que resultan en la destrucción de hábitats. Por ejemplo, los arrecifes de coral, de los cuales se ha perdido aproximadamente el 20% y otro 20% se ha degradado, no son los únicos afectados. Esto indica la necesidad de cambiar nuestra relación con estos ecosistemas, reduciendo el impacto en las costas y promoviendo un turismo sostenible y no invasivo.

4. Sobrepesca y explotación excesiva de recursos marinos

La pesca insostenible ha tenido un impacto significativo en las poblaciones de peces en las últimas décadas. A pesar del aumento de las flotas pesqueras desde mediados del siglo pasado, ahora se necesita cinco veces más esfuerzo para obtener la misma cantidad de capturas debido a la disminución de la población de peces causada por la sobrepesca. 

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), aproximadamente el 60% de las reservas de peces están plenamente explotadas y otro 30% se pesca de manera insostenible. Muchas partes de la industria pesquera están tomando medidas para adaptarse a la pesca responsable y cumplir con los Principios para un Océano Sostenible.

5. Medidas de gobierno débiles 

Muchas de las amenazas que enfrentan los océanos son el resultado de acciones “blandas” por parte de los gobiernos locales, nacionales e internacionales. Casi dos tercios de las aguas oceánicas carecen de protección debido a su ubicación más allá de la jurisdicción nacional de los países. Esta falta de gobernanza permite acciones negativas de alto impacto en la salud del océano, como la pesca ilegal.

¿Cuáles son los planes del Tratado Global de los Océanos?

A pesar de ser un logro importante que involucra a 193 naciones miembros de la ONU, el acuerdo tiene margen para mejoras, según los conservacionistas:

  • Se permitió que organismos existentes regulen actividades como pesca, transporte marítimo y minería en aguas profundas sin evaluaciones de impacto ambiental del tratado. 
  • La distribución justa de los recursos genéticos marinos fue un tema divisivo, al igual que la creación de áreas marinas protegidas y el modelo de estudios de impacto ambiental en alta mar. 
  • La Unión Europea se comprometió a proporcionar 40 millones de euros para facilitar la ratificación e implementación del tratado, lo que representa un gran avance en la protección y conservación de nuestro planeta, que está compuesto en más de un 70% por agua.

Los océanos necesitaban ser visibles ante las agendas de los gobiernos y la ONU ha dado un gran paso.