Los efectos del calentamiento global llevaron a que julio de 2023 superara el récord histórico, con una diferencia de 0,33°C respecto al récord anterior en julio de 2019.

El mes de julio de 2023 ha dejado una huella preocupante en los registros climáticos de la Tierra. Según el observatorio europeo Copernicus, este pasado julio estableció un nuevo récord como el mes más caluroso jamás registrado en el planeta, superando en 0,33°C al récord anterior establecido en julio de 2019. Este dramático aumento en las temperaturas globales no solo refleja la rápida evolución del cambio climático, sino que también tiene efectos devastadores en los ecosistemas y en la vida en la Tierra.
Olas de calor, incendios e inundaciones
La intensificación de las olas de calor, los incendios forestales descontrolados y las inundaciones son manifestaciones palpables de este calentamiento global. Durante julio de 2023, las temperaturas promedio en la atmósfera fueron 0,72°C más altas que las medias registradas entre 1991 y 2020 para el mismo mes. La predicción de que julio de 2023 sería el mes más cálido de la historia no fue una sorpresa, ya que el 27 de julio los científicos ya habían considerado «extremadamente probable» este resultado. Los extremos climáticos son más frecuentes y más intensos, lo que resulta en desastres naturales más devastadores y costosos.

El futuro en juego
La situación es alarmante. El hielo marino antártico alcanzó su nivel más bajo para un mes de julio desde que se iniciaron las observaciones satelitales, disminuyendo un 15% respecto al promedio histórico. El año 2023 se posiciona como el tercer año más cálido hasta el momento, con 0,43°C por encima del promedio reciente. Además, la temperatura media global en julio estuvo 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, un umbral simbólico establecido en el Acuerdo de París para limitar el calentamiento global. El futuro de nuestro planeta está en juego, y es imperativo que actuemos con urgencia y determinación para mitigar los impactos del cambio climático. En tal sentido, organizaciones ambientalistas como Greenpeace trabajan constantemente en para visibilizar los estragos de la crisis climática y el llamado a la acción.
El fenómeno de El Niño y la continua crisis climática
El año 2023 podría continuar estableciendo récords. El fenómeno climático de El Niño, que se espera para finales de año, podría contribuir a un cierre de año cálido debido a su asociación con el calentamiento global adicional. En este contexto, es crucial actuar con determinación para frenar las emisiones y preservar el futuro del planeta. La Cumbre Presidencial Amazónica y otros esfuerzos internacionales son oportunidades para tomar medidas concretas y colaborativas para abordar la crisis climática que enfrentamos. Las decisiones que tomemos en este momento determinarán el destino de nuestro planeta y las generaciones futuras.