
La reciente muerte de un cachorro de yaguareté ha suscitado una condena rotunda por parte de Greenpeace, una de las organizaciones ecologistas más influyentes a nivel mundial. Este lamentable suceso, que tuvo lugar en la Ruta Nacional 12 cerca de Puerto Península, Misiones, pone de manifiesto la grave situación de esta especie en peligro crítico en Argentina.
El yaguareté es un símbolo de la biodiversidad argentina, pero actualmente enfrenta una amenaza inminente. Con una población estimada de menos de 250 ejemplares, la especie se encuentra en un estado de peligro crítico. Los lugares donde se encuentran estos felinos se limitan principalmente a la Selva de Yungas, donde habitan entre 120 y 150 individuos, seguidos por la Selva Misionera, que alberga entre 70 y 90, y el Bosque Chaqueño, con menos de 20 ejemplares.
El hábitat del yaguareté es fundamental para su supervivencia. Esta especie requiere vastas extensiones de selvas y bosques que le proporcionen los recursos necesarios para cazar y reproducirse. Sin embargo, la deforestación y la fragmentación de su hábitat son las principales amenazas que enfrenta. Como indicó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques en Greenpeace, “es esencial frenar la deforestación en sus territorios para proteger su hábitat”. Además de los atropellos de vehículos, la cacería ilegal y la pérdida de su hábitat natural son problemas que agravan su situación.
Acciones de Greenpeace y el reclamo a la Corte Suprema
La organización Greenpeace ha estado activa en la defensa del yaguareté, presentando en 2019 una causa ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En esta demanda, Greenpeace acusó a las provincias de Salta, Chaco, Formosa y Santiago del Estero, así como al Estado Nacional, de violar la Ley de Bosques al permitir desmontes en áreas críticas para el hábitat del yaguareté. Esta acción legal es parte de un esfuerzo más amplio para detener la destrucción de los territorios donde habita esta especie y garantizar su conservación.
A finales del año pasado, la Corte Suprema se declaró competente en este caso, y se espera que pronto convoque a una audiencia pública relacionada con el tema. Giardini enfatizó que “esperamos que el máximo tribunal tome cartas en el asunto y suspenda los desmontes hasta que se resuelva el reclamo sobre los territorios del yaguareté”. La urgencia de esta acción se vuelve cada vez más evidente, ya que los desmontes continúan llevándose a cabo, poniendo en peligro no solo al yaguareté, sino también a toda la biodiversidad que depende de estos ecosistemas.
La necesidad de una respuesta colectiva
La actual muerte del cachorro de yaguareté, a causa de un atropello en la Ruta Nacional 12 cerca de Puerto Península, Misiones, es un llamado a la acción para todos los sectores de la sociedad. La protección de esta especie y su hábitat requiere un enfoque colectivo, que involucre tanto a las autoridades gubernamentales como a la población en general. La educación sobre la importancia de la biodiversidad y la conservación de los ecosistemas es fundamental para fomentar una cultura de respeto hacia la naturaleza.
En este contexto, las iniciativas que promuevan prácticas sostenibles, la protección de los bosques y la concienciación sobre la fauna local son esenciales para revertir la situación crítica del yaguareté. Solo a través de esfuerzos conjuntos se podrá asegurar un futuro en el que esta especie icónica y otros seres vivos puedan coexistir en sus hábitats naturales.