
La inminente negociación de un tratado internacional para combatir la contaminación por plásticos ha generado un intenso debate a nivel global. Diversos actores, entre ellos la industria del plástico, han presentado sus propuestas y visiones para este acuerdo histórico.
Necesidad de un enfoque flexible y adaptado
El Consejo Mundial de Plásticos ha destacado la importancia de reconocer las diferencias entre los países y la necesidad de un tratado que permita a cada nación implementar soluciones adaptadas a su contexto específico. Esta postura ha sido respaldada por Acoplásticos, quienes han subrayado la importancia de respetar las necesidades e idiosincrasias de cada país, especialmente en América Latina. Un enfoque único no sería efectivo, ya que los desafíos y recursos varían significativamente de una región a otra.

Equilibrio entre metas globales y acciones locales
El tratado debe establecer un equilibrio entre las metas globales y la capacidad de los países para implementarlas a nivel nacional. Para ello, se proponen planes de acción nacionales que incluyan objetivos de contenido reciclado y mecanismos de seguimiento y reporte. Estos planes permitirán a cada país avanzar hacia una economía circular de los plásticos de manera gradual y efectiva.
El caso de Colombia
Colombia ha sido destacada como un ejemplo de país que ha avanzado significativamente en la gestión de los residuos plásticos, gracias a la implementación de una ley que regula los plásticos de un solo uso y a un esquema de responsabilidad extendida del productor. Sin embargo, Acoplásticos ha expresado su preocupación por la posibilidad de que el nuevo tratado imponga requisitos que obliguen a replantear el marco regulatorio actual.

Beneficios de los plásticos y necesidad de una gestión adecuada
El tratado debe reconocer los beneficios de los plásticos para el desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático. Al mismo tiempo, debe enfatizar la importancia de priorizar la gestión adecuada de los residuos plásticos, especialmente en países con bajos niveles de acceso a servicios de gestión de residuos.
Recomendaciones clave para el tratado
- Mecanismos de financiamiento sostenible: La necesidad de movilizar recursos financieros para apoyar la transición hacia una economía circular de los plásticos, especialmente en países en desarrollo.
- Enfoque basado en la aplicación: La importancia de adoptar un enfoque flexible y adaptado a las realidades locales para identificar y prevenir la contaminación por plásticos.
- Comercio de residuos plásticos: La necesidad de facilitar el movimiento de residuos plásticos entre países con el fin de promover la circularidad.
- Diseño de productos: La importancia de promover el diseño de productos plásticos más sostenibles y fáciles de reciclar.
- Recicladores de base: El reconocimiento de la importancia de los recicladores informales y la necesidad de fortalecer su papel en la gestión de los residuos plásticos.
La negociación del tratado internacional para poner fin a la contaminación por plásticos representa una oportunidad histórica para abordar un problema global de gran envergadura, u problema que siguen de cerca organizaciones ambientalistas como Greenpeace Colombia. Sin embargo, es fundamental que el acuerdo final sea ambicioso, flexible y adaptado a las realidades de cada país. Las recomendaciones presentadas por los actores del sector plástico pueden servir como una guía para alcanzar un acuerdo que sea beneficioso para todos.