Customize Consent Preferences

We use cookies to help you navigate efficiently and perform certain functions. You will find detailed information about all cookies under each consent category below.

The cookies that are categorized as "Necessary" are stored on your browser as they are essential for enabling the basic functionalities of the site. ... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

No cookies to display.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

No cookies to display.

Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

No cookies to display.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customized advertisements based on the pages you visited previously and to analyze the effectiveness of the ad campaigns.

No cookies to display.

El exagerado desperdicio de alimentos en Colombia contribuye al cambio climático

El exagerado desperdicio de alimentos en Colombia contribuye al cambio climático

El desperdicio de comida en Colombia está contribuyendo a empeorar el cambio climático. En el país se descartan casi 10 millones de toneladas de alimentos al año que acaban en descomponiéndose en vertederos y liberando a la atmósfera uno de los gases de efecto invernadero más potentes: el gas metano (CH4). 

¿Cómo afecta el derroche de alimentos al cambio climático?

De acuerdo con datos provistos por organizaciones ambientalistas como Greenpeace o The Nature Conservancy, el desperdicio de alimentos genera un 8% de todas las emisiones contaminantes causadas por los seres humanos. Pero además de contaminar la atmósfera y agravar el calentamiento global, cuando se derrochan alimentos se están malgastando los recursos naturales usados para producirlos. 

Cada plato que se sirve y no se consume en las mesas colombianas conlleva un derroche de energía y agua que fueron utilizadas previamente para cultivar, cosechar, transportar y empaquetar los ingredientes que lo componen. Este uso ineficiente no solo es insostenible a largo plazo, sino que agrava aún más los problemas ambientales que atraviesa el planeta. 

La paradoja del desperdicio de alimentos y el hambre en Colombia

Mientras millones de toneladas de frutas, vegetales, cereales, carnes y otros alimentos procesados son descartados en la basura cada año, más del 33% de la población colombiana no cuenta con los recursos para llevar una dieta que les garantice los nutrientes necesarios para una vida saludable. 

Ábaco, una organización sin fines de lucro que agrupa a 24 bancos de alimentos en Colombia, advierte que más de 20 millones de colombianos se ven obligados a saltarse comidas, pedir alimentos presados y hasta a endeudarse para poder acceder a alimentos básicos. 

Lamentablemente, la cosa no termina allí. Las cifras que demuestran la inseguridad alimentaria que atraviesa el país son escalofriantes. Solo en lo que va de 2023, 219 niños menores de cinco años perdieron la vida por causa de la desnutrición. Pero por si este dato no resultara suficientemente doloroso, más de 560 mil niños fueron diagnosticados con desnutrición crónica. 

Lo más indignante de esta situación es que las muertes de estos niños podrían haberse evitado. Es ilógico que las infancias colombianas padezcan de desnutrición cuando en el país se descartan comestibles suficientes para alimentar a las poblaciones de Panamá, Uruguay y Luxemburgo combinadas. Es urgente que el gobierno adopte medidas que ayuden a que esos esos suministros desechados lleguen a quienes más los necesitan. 

Las fuentes de desperdicio de alimentos en Colombia

A la hora de encontrar responsables del desperdicio de alimentos en el país, los primeros apuntados son los productores agropecuarios. Un 40% de los víveres desperdiciados son causados por la falta de planificación a la hora de producirlos. 

En el país existe un desequilibrio problemático entre la oferta y la demanda de algunos alimentos. A esto se suma la falta de una red vial que asegure el transporte en tiempo y forma. Pero además, en muchos casos los costos de recolección son demasiado altos, lo que hace que muchos agricultores prefieran tirar sus cosechas para abaratar costos. Esto sucede especialmente con las frutas y las verduras, uno de los desechos orgánicos más comunes en Colombia. 

El siguiente ítem en la lista de desperdicio de alimentos en Colombia, son los hogares. Un 16% de los comestibles de las casas colombianas acaba en la basura. Pero el mayor problema no son las sobras del almuerzo o la cena, sino la mala planificación de las compras. La gran mayoría de los alimentos descartados proviene de latas y bolsas de productos vencidos en las alacenas.

Ley contra el desperdicio de alimentos

Hace algunos años, Colombia dio un importante paso en la lucha contra el desperdicio de alimentos al sancionar la Ley 1920. El objetivo de esta norma era poner un freno al derroche de alimentos y promover la donación de los mismos a organizaciones sin fines de lucro que se dedican a ayudar a las personas más vulnerables del país. 

Mediante esta ley, la Comisión Intersectorial de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Cisan) se convirtió en la encargada de tomar medidas que eviten la pérdida de alimentos destinados al consumo humano. Entre ellas se destacan incentivos económicos para aquellos productores o empresas que pongan sus alimentos descartados a disposición de la población más necesitada. 

Además, esta legislación dio vida a la Semana de la Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, una fecha que busca concientizar a los ciudadanos colombianos acerca de los peligros para la salud y para el medioambiente de esta problemática.