
De acuerdo con un informe de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), durante 2024 los colombianos adquirieron casi un 60% más de vehículos eléctricos que en 2023. Este avance en materia de movilidad sostenible es una muestra de cómo las preferencias de los consumidores han ido cambiando a medida que más colombianos toman conciencia sobre las consecuencias ambientales del uso de combustibles fósiles.
Pero además, el incremento en la matrícula de automóviles de bajas emisiones refleja cómo las políticas públicas (como las ventajas impositivas para adquirir esta clase de vehículos) pueden impactar en la sociedad, descarbonizar el transporte en las grandes ciudades y promover las tecnologías limpias.
La importancia de la transición hacia vehículos eléctricos para combatir el cambio climático y la contaminación del aire
En la actualidad, el transporte es uno de los sectores que más contaminan el medioambiente. Se estima que este sector es responsable de un 12 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Pero en Colombia la situación es aún peor: según datos provistos por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, ¡el rubro del transporte genera cerca del 15 % de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO₂)!
Tal vez el caso más emblemático sea el de la ciudad de Bogotá, que enfrenta niveles críticos de contaminación del aire. Una serie de estudios llevados a cabo por el Observatorio Ambiental de Bogotá demostraron que la capital tiene concentraciones de material particulado fino (PM2.5) que superan los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿De dónde proviene principalmente este contaminante? De la combustión interna de los vehículos impulsados por combustibles fósiles. Por este motivo, la transición hacia vehículos eléctricos es una alternativa que no solo ayudará a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire en el país, sino que además contribuirá a garantizar un medioambiente mucho más saludable para las futuras generaciones de colombianos.
¿Cuáles son los beneficios de la adopción de vehículos eléctricos?
El aumento de casi un 125% en la adquisición de vehículos eléctricos de batería (BEV, por sus siglas en inglés) experimentado durante el año pasado, ha sido un gran paso para reducir la huella de carbono del transporte en el país. Estos vehículos no solo permitirán eliminar las emisiones directas de gases de efecto invernadero, sino que además harán que se reduzcan contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO₂) y las partículas finas (PM2.5).
La disminución de esta clase de contaminantes atmosféricos asociados a enfermedades respiratorias y cardiovasculares tendrá un impacto positivo inmediato en la salud pública de Colombia, ya que habrá menos casos de enfermedades respiratorias crónicas como asma y EPOC, o complicaciones cardiovasculares, lo que hará que mejore significativamente la calidad de vida de los ciudadanos y reducirá los costos en materia de salud.
En cuanto a la lucha contra el cambio climático, ¡se estima que cada vehículo eléctrico puede evitar la emisión de hasta 1,5 toneladas de CO₂ al año! en comparación con un automóvil tradicional. Esto generará que fenómenos extremos relacionados con el cambio climático como sequías, olas de calor e inundaciones sean menos frecuentes e intensos.

Dificultades a superar para lograr una transición exitosa
Pero aunque la transición hacia vehículos eléctricos es esencial para combatir el cambio climático y mejorar la calidad del aire, existe una serie de complicaciones que será necesario superar para que sea posible a gran escala. Por un lado, mejorar la infraestructura requerida para la carga de las baterías de los vehículos.
Si bien el número de estaciones de carga ha crecido en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, es fundamental desarrollar una red nacional mucho más amplia para calmar la “ansiedad de rango» que los usuarios pueden experimentar cuando no saben si encontrarán lugares para recargar sus vehículos eléctricos.
Por otro lado, es necesario que los políticos consideren qué estrategias se adoptarán para gestionar de manera eficiente y sostenible las baterías de los automóviles al final de su vida útil. Sin maniobras efectivas de reciclaje, materiales como el litio y el cobalto (esenciales para la fabricación de esta clase de baterías) podrían convertirse en una nueva fuente de contaminación.
Para evitarlo es primordial implementar iniciativas de economía circular que promuevan la reutilización y eviten que estos materiales tóxicos acaben perjudicando la salud de los ciudadanos colombianos.