Combatir el cambio climático es uno de los desafíos más urgentes que enfrenta la población mundial en la actualidad, pero ¿por qué es tan importante para preservar el planeta? Básicamente, porque es algo que afecta a todas las personas por igual y el solo hecho de ser indiferente a esta situación puede traer aparejadas consecuencias muy graves para las generaciones futuras.
Es por ello que en este artículo revisaremos cómo todos, tanto las comunidades locales como los organismos nacionales e internacionales, pueden tomar medidas de precaución y de solución para mitigar los efectos negativos de la crisis climática.
Principales motivos para combatir el cambio climático
Porque todas las personas merecen la misma protección con respecto a la crisis ambiental
Los seres humanos nacen con unos derechos humanos fundamentales que, sin embargo, se encuentran gravemente amenazados por la crisis climática. Si bien este fenómeno pone en peligro la vida de todas las personas de un modo u otro, es más probable que quienes sufren sus peores efectos sean las personas discriminadas. El ser humano, sin importar raza, sexo o religión, merece cuidado y protección frente a esta amenaza universal.
Porque con actuar no pierde nada, se gana todo
Luchar contra la crisis ambiental brinda la oportunidad de poner por delante el bienestar de las personas al garantizar el acceso a un medio ambiente saludable. A su vez, esto permite mejorar los derechos humanos, por ejemplo, al posibilitar que más personas puedan obtener recursos energéticos más limpios y más baratos y crear oportunidades de empleo en sectores nuevos.
Porque la humanidad posee el conocimiento, el poder y la capacidad para detener el cambio climático.
En todo el mundo, un gran número de personas, desde individuos hasta empresas y ciudades, están comprometidas en encontrar soluciones creativas, inspiradoras e innovadoras para abordar la problemática global del cambio climático. Estas personas están dedicadas a diseñar políticas, lanzar campañas y desarrollar soluciones que protejan tanto a las personas como al planeta.
La importancia de la transición energética para preservar el medio ambiente
Es fundamental una transición rápida de un sistema energético basado en combustibles fósiles a otro sostenido en energías renovables para poder reducir globalmente las emisiones de gases de efecto invernadero en un 43% antes de 2030 y alcanzar las cero emisiones antes de 2050.
Para que esta situación suceda, es crucial que los gobiernos de hoy impulsen con urgencia la transformación a fuentes de energía renovables y tecnologías verdes acreditadas, y que lo hagan con soluciones genuinas que no sacrifiquen al planeta ni a las personas. No deben convertirlo en un problema que las generaciones venideras tendrán que resolver.
Ya la experiencia ha demostrado que años de prácticas industriales mal reguladas han provocado estragos en comunidades de zonas ricas en minerales, como las del “Triángulo del Litio” de Argentina, Chile y Bolivia y la región de la minería del cobalto de la República Democrática del Congo.
¿Qué está haciendo Amnistía para abordar el cambio climático?
Cabe recordar que Amnistía Internacional es una organización no gubernamental (ONG) reconocida a nivel mundial cuyo objetivo principal es trabajar para prevenir y poner fin a las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo.
Dada la urgencia de la crisis climática, Amnistía Internacional trabaja en estrecha colaboración con diversos grupos en países clave para aumentar la presión sobre los gobiernos y las empresas que obstaculizan el avance hacia soluciones sostenibles. Además, brinda apoyo a la juventud, los pueblos indígenas, los sindicatos y las comunidades afectadas por el cambio climático.
En línea con estas acciones, insta a los gobiernos a tomar medidas concretas, entre las que se incluyen:
- Adoptar todas las medidas necesarias para evitar que la temperatura global aumente más de 1,5 °C.
- Reducir colectivamente las emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de lograr emisiones netas de carbono igual a cero antes de 2050. Los países con economías más desarrolladas deben acelerar este proceso. Para el año 2030, las emisiones globales deben haber disminuido a la mitad en comparación con los niveles de 2010.
- Abandonar el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) lo más pronto posible.
- Asegurar que las medidas relacionadas con el clima se implementen de manera que no violen los derechos humanos y que reduzcan la desigualdad en lugar de aumentarla.
- Garantizar que todas las personas, especialmente aquellas afectadas por esta crisis, estén adecuadamente informadas sobre lo que está sucediendo y tengan la oportunidad de participar en las decisiones que afecten su futuro.
- Fomentar la cooperación para distribuir equitativamente la carga del cambio climático. Los países más ricos deben proporcionar apoyo económico y técnico a las poblaciones de los países en desarrollo para que tengan acceso a energías renovables y puedan adaptarse al cambio climático. Además, deben brindar reparación, incluyendo indemnización, a las personas que han sufrido y seguirán sufriendo pérdidas y daños causados por la crisis climática.
- Proteger los derechos de las personas desplazadas o en riesgo de desplazamiento debido al cambio climático.
Conclusiones
Combatir el cambio climático requiere acciones inmediatas para preservar el planeta y proteger los derechos humanos. Es evidente que sus impactos, como el aumento de la temperatura global y los eventos climáticos extremos, están teniendo efectos devastadores en el medio ambiente y en la vida de las personas.