La aparición de miles de peces muertos a lo largo del río Salí ha conmocionado a la provincia de Tucumán, donde las autoridades de Medio Ambiente están trabajando intensamente para esclarecer el origen de esta alarmante situación. Diversas imágenes capturadas en varios puntos de la provincia revelan las consecuencias de la mortandad, especialmente en los cauces que desembocan en el río. Ante el impacto ambiental y el temor que generó la situación, las autoridades realizaron una exhaustiva inspección por tierra, agua y aire, con la esperanza de identificar las causas detrás de esta crisis ambiental.
Operativo de monitoreo por los cauces y afluentes del río
El 2 y 3 de octubre, un equipo especializado de la Dirección de Recursos Hídricos y de la Subdirección de Monitoreo y Laboratorio Ambiental, ambos pertenecientes a la Subsecretaría de Medio Ambiente de Tucumán, realizó un recorrido por tierra, agua y desde el aire con drones. La inspección se concentró en la Junta, ubicada en el sureste de la provincia, donde el río Salí se conecta con el arroyo Mista antes de desembocar en el Embalse de Río Hondo. En esta área se encontraron numerosos peces muertos que, arrastrados por la corriente, habían quedado retenidos debido a fuertes vientos del sur, sin poder alcanzar el embalse. Las autoridades, sin embargo, no hallaron rastros de vinaza, cachaza ni cenizas provenientes de las industrias sucro-alcoholeras, elementos que en el pasado fueron responsables de incidentes de contaminación en la región.
Niveles bajos de oxígeno en el agua
El 4 de octubre, el Gobierno de Tucumán informó que la mortandad de peces había cesado, aunque el fenómeno había dejado evidencias en la calidad del agua. Técnicos realizaron mediciones de parámetros físico-químicos y organolépticos, encontrando una concentración de oxígeno extremadamente baja, que alcanzaba niveles cercanos a cero. Esta situación, conocida como anoxia, representa un entorno inhabitable para los peces y otros organismos acuáticos, afectando gravemente la biodiversidad de la zona. Los especialistas tomaron muestras de agua para realizar pruebas adicionales en los laboratorios de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, mientras que peces moribundos fueron llevados al Instituto Miguel Lillo para estudios específicos sobre las causas de la asfixia.
Condiciones desfavorables para el desove de peces
La investigación reveló un dato importante: la mayoría de los peces encontrados eran hembras que suelen habitar en el Embalse de Río Hondo y que, debido a su ciclo reproductivo, ascendieron al río Salí en esta época del año para desovar. Sin embargo, las condiciones actuales del río, que se encuentra en un estado crítico debido a la falta de lluvias y a las altas temperaturas, no son aptas para el desove. La escasez de precipitaciones ha reducido considerablemente el caudal de los ríos, creando un entorno hostil para la reproducción de los peces. La combinación de estos factores climáticos y la falta de agua adecuada agrava las dificultades de supervivencia para la fauna acuática.
Sequía y calor como factores regionales
Eduardo Castro, secretario de Producción de Tucumán, explicó que esta mortandad de peces no es exclusiva de la provincia, sino que afecta a la región debido al clima subtropical, caracterizado por altas temperaturas y escasez de lluvias. Castro mencionó que otras provincias del norte, como Jujuy y el dique de los Alisos, también atraviesan situaciones similares. Según los estudios preliminares realizados por el área de Producción, la disminución de oxígeno en el agua parece ser la causa principal de la mortandad en el río Salí, aunque aún se esperan los resultados finales de las muestras para confirmar esta hipótesis.
Se esperan resultados de análisis adicionales
A pesar de los datos iniciales obtenidos en los monitoreos, Medio Ambiente continúa con las investigaciones para comprender la magnitud del daño y prevenir futuras muertes de peces en la región. Las muestras recolectadas están siendo analizadas minuciosamente para establecer si otros factores contribuyeron al fenómeno, además de la anoxia y las condiciones climáticas desfavorables. Mientras tanto, las organizaciones ambientalistas, como Greenpeace Argentina, siguen de cerca el caso. Con estos análisis, las autoridades esperan obtener un diagnóstico completo de la situación que les permita implementar acciones concretas para proteger la vida acuática y restaurar la salud del ecosistema del río Salí, preservando la biodiversidad que caracteriza a la provincia de Tucumán y sus afluentes.