
Los incendios forestales que afectan a la Patagonia han alcanzado niveles alarmantes, con más de 20 mil hectáreas de bosques y viviendas destruidas en Río Negro, Chubut y Neuquén. La organización Greenpeace Argentina advierte que factores como la crisis climática, la sequía, el viento y la proliferación de pinos exóticos han favorecido la expansión del fuego. Además, exige una mayor inversión en prevención, un incremento en la cantidad de brigadistas y el fortalecimiento de la infraestructura para una respuesta inmediata ante emergencias, además de sanciones más severas para quienes destruyen los bosques nativos.
Incendios forestales arrasan con miles de hectáreas
Según los informes oficiales, el fuego ha devastado 8.000 hectáreas dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, en Río Negro. En la misma provincia, en la región de Mallín Ahogado, las llamas han consumido otras 1.600 hectáreas. En Chubut, se registran 3.100 hectáreas afectadas en Epuyén y 1.100 en la localidad de Dr. Atilio Viglione. Mientras tanto, en Neuquén, el Parque Nacional Lanín ha perdido 1.000 hectáreas debido a la propagación de los incendios. La magnitud del desastre pone de manifiesto la falta de medidas efectivas para contener el avance del fuego y proteger tanto la biodiversidad como las comunidades locales.
Una crisis ambiental que tardará décadas en revertirse
Para Greenpeace Argentina, lo que está ocurriendo en la Patagonia constituye un verdadero ecocidio. Hernán Giardini, quien coordina la campaña de Bosques de la organización, sostiene que la cantidad de superficie arrasada por las llamas es enorme y que la recuperación de los bosques demandará varias décadas. Advierte, además, que el cambio climático está intensificando la frecuencia y gravedad de estos eventos, por lo que urge que las autoridades políticas reconozcan la dimensión del problema y actúen en consecuencia. Giardini recalca la necesidad de implementar estrategias de prevención, reforzar la cantidad de brigadistas y mejorar la infraestructura disponible tanto a nivel nacional como provincial, ya que los incendios se tornan incontrolables cuando no se los combate con rapidez.

Impacto de la acción humana
Un informe elaborado por Greenpeace Argentina revela que entre octubre de 2023 y marzo de 2024 se quemaron 7.747 hectáreas en la región de los Bosques Andino Patagónicos de Argentina, de las cuales el 90% se localiza en Chubut. La organización también destaca que la gran mayoría de los incendios forestales en el país, aproximadamente el 95%, tienen su origen en la actividad humana. Esto incluye acciones intencionales, descuidos o accidentes provocados por fogatas mal apagadas, residuos como colillas de cigarrillos, la quema de pastizales para la preparación de zonas de pastoreo y la eliminación inadecuada de desechos forestales. La falta de regulaciones más estrictas y de medidas punitivas efectivas ha permitido que esta problemática continúe agravándose año tras año.
Emergencia forestal en expansión
Argentina atraviesa una crisis ambiental severa, con incendios que se multiplican en el sur del país y con deforestaciones en el norte que, en un alto porcentaje, se realizan de manera ilegal. Ante este panorama, Greenpeace exige que se termine con la impunidad y que se implementen medidas urgentes para prohibir y castigar la destrucción de bosques nativos. Giardini insiste en la necesidad de actuar con firmeza para proteger los ecosistemas y frenar el avance del fuego, que amenaza con extenderse aún más si no se toman decisiones concretas y eficaces en el corto plazo.

Movilización ciudadana para exigir justicia
Frente a la pasividad de las autoridades, la organización ecologista ha impulsado una campaña en la plataforma votaporlosbosques.org, donde la ciudadanía puede exigir penas de prisión para quienes provoquen incendios forestales o participen en desmontes ilegales. Hasta el momento, más de 260.000 personas han sumado su apoyo a esta iniciativa, reflejando la creciente preocupación social por la pérdida irreparable de los bosques y la necesidad de sanciones ejemplares para los responsables de estos desastres ambientales. La presión de la sociedad civil puede ser un factor determinante para que las políticas públicas avancen hacia una mayor protección de los ecosistemas y la prevención de catástrofes como la que hoy afecta a la Patagonia.