
El arao común, una especie de ave marina que habita el golfo de Alaska y el mar de Bering oriental, ha sufrido una drástica disminución en su población debido a condiciones ambientales extremas. Investigadores de Estados Unidos han determinado que alrededor del 50 % de esta especie en Alaska pereció como consecuencia directa de una ola de calor marina excepcionalmente intensa conocida como ‘the blob’. Este fenómeno, que afectó la región desde finales de 2014 hasta 2016, fue detallado por la Universidad de Washington en un informe reciente.
Durante este periodo, ‘the blob’ elevó las temperaturas del agua del noreste del océano Pacífico a niveles sin precedentes, generando un impacto negativo en la cadena trófica. La reducción de fitoplancton y la posterior inanición de depredadores superiores marcaron las consecuencias más graves de este fenómeno climático. Entre 2015 y 2016, un estudio inicial registró la muerte de al menos 62.000 araos comunes (‘Uria aalge’), aunque los investigadores estiman que la cifra real es significativamente mayor. La investigación atribuyó esta alta mortalidad a la falta de alimentos derivada de las alteraciones en el ecosistema marino.

Cifras desoladoras
Para cuantificar el impacto total de ‘the blob’, los científicos analizaron datos recopilados entre 2008 y 2022 en 13 colonias de araos comunes ubicadas en el golfo de Alaska y el mar de Bering oriental. Los resultados revelaron una disminución alarmante en las poblaciones de estas aves. En el golfo de Alaska, la cantidad de araos pasó de 8 millones a 4 millones, mientras que las colonias del mar de Bering oriental experimentaron una pérdida del 75 %.
Los hallazgos, publicados recientemente en la revista Science, confirman que este evento representa una de las mayores muertes masivas de vida silvestre, particularmente de vertebrados no peces, registradas en la historia moderna. Heather Renner, una destacada biología involucrada en el estudio, comparó la magnitud de este suceso con el desastre ecológico provocado por el derrame de petróleo del Exxon Valdez en 1989, indicando que la mortalidad de araos causada por ‘the blob’ fue diez veces mayor.
Consecuencias del calentamiento global
El arao común es conocido por su capacidad de adaptación y resistencia, pero las secuelas de este evento han dejado una marca profunda en la especie. Los científicos han detectado una preocupante ausencia de signos de recuperación en la población de araos de Alaska, a pesar de que han pasado varios años desde que la ola de calor desapareció.
Heather Renner destacó que, aunque la esperanza de recuperación existe si mejoran las condiciones de alimentación, también persiste el temor de que eventos similares se vuelvan cada vez más frecuentes. Esta previsión se basa en las tendencias actuales del cambio climático, que indican que fenómenos extremos como ‘the blob’ podrían repetirse con mayor frecuencia en el futuro.

‘The blob’ y su impacto en el Pacífico
La ola de calor marina denominada ‘the blob’ se estacionó en el noreste del Pacífico durante dos años, dejando un rastro de devastación ecológica. Las temperaturas inusualmente altas alteraron la estructura del ecosistema marino, afectando desde los niveles más bajos de la cadena alimentaria, como el fitoplancton, hasta los depredadores más grandes. Este desequilibrio tuvo efectos en cascada que culminaron en la inanición masiva de especies dependientes de estos recursos, como el arao común.
Los expertos consideran que este evento es una advertencia sobre los riesgos que el cambio climático representa para la biodiversidad marina, algo sobre lo cual también advirtieron las organizaciones ambientalistas del mundo, como Greenpeace. La falta de recursos alimenticios causada por el calentamiento de las aguas pone en peligro la supervivencia de especies clave y altera la dinámica de los ecosistemas oceánicos.
Las aves marinas ante el cambio climático
El caso del arao común en Alaska ilustra cómo el cambio climático afecta incluso a las especies más resilientes. Los científicos advierten que los eventos de calor extremo, como ‘the blob’, podrían convertirse en una constante en las décadas venideras, lo que aumentaría la presión sobre los ecosistemas marinos y sus habitantes.
La investigación enfatiza la necesidad de implementar estrategias para mitigar el impacto del cambio climático y proteger la biodiversidad marina. Preservar especies como el arao común no solo es crucial para el equilibrio ecológico, sino también para garantizar la sostenibilidad de los recursos marinos de los que dependen comunidades humanas en todo el mundo. El legado de ‘the blob’ debe ser una llamada de atención para tomar medidas urgentes en favor del planeta.