Las imágenes de islas de desechos flotantes se están volviendo cada vez más habituales en las noticias relacionadas con la contaminación marina en el Caribe. Los mares y océanos se están convirtiendo en depósitos de millones de toneladas de basura y graves efectos ambientales, sanitarios, sociales y económicos; lo que representa una evidente amenaza para vivir íntegramente y para el desarrollo sostenible de muchas regiones del mundo.

La contaminación marina en el Caribe es alarmante
Una nueva revelación del Banco Mundial destaca que el 80% de la contaminación marina en el Caribe tiene origen terrestre, y más de 320,000 toneladas de desechos plásticos se acumulan anualmente en sus aguas y playas. La degradación de arrecifes y la contaminación marina resultan en pérdidas económicas significativas, estimadas entre 350 y 870 millones de dólares anuales.
Como parte de un llamado urgente del informe del Banco Mundial para preservar la salud y la resiliencia del mar Caribe, se comparten acciones clave para la recuperación y protección de los ecosistemas marinos en esta región.
- Eliminar plásticos desechables y aplicar estrategias de gestión de residuos
Hasta la fecha, catorce naciones en el Caribe, lo que representa un tercio de los pequeños estados insulares de la región, han implementado prohibiciones sobre el uso de plásticos desechables y espuma de poliestireno.
Es crucial instaurar un sistema de control integral que contemple la utilización de desagües naturales y un diseño urbano que impida la disposición directa de residuos en alcantarillas y cursos de agua. Además, se requiere una mejora en la gestión del sistema de alcantarillado, así como la implementación de servicios de limpieza en playas y puertos, junto con programas comunitarios de recolección de basura.
- Reducir o reciclar el plástico
Se recomienda la implementación de medidas como aranceles, programas voluntarios y la prohibición de la importación y uso de desechos comunes, incluyendo botellas, sorbetes y bolsas de plástico desechables, así como contenedores de comida de espuma de poliestireno. Estas acciones deben extenderse a esfuerzos para limitar la producción y uso de plásticos en artículos no recuperables, como los productos de cuidado personal y cosméticos.
Fomentar la reducción en el uso de productos o envoltorios no biodegradables, junto con la promoción de la reutilización de artículos de plástico, representa una vía importante para mitigar la generación de desechos y avanzar hacia prácticas más sostenibles.
- Minimizar el vertido de aguas residuales no tratadas
Es esencial analizar lo que se vierte en mares y océanos, destacando la necesidad de intensificar el tratamiento, reciclado y reutilización de aguas residuales. Esto incluye la conexión de todos los hogares al sistema de cloacas y la reducción de la contaminación en los desagües pluviales.
Es fundamental cambiar la percepción de las aguas residuales, considerándolas como un recurso valioso que, al ser utilizado de manera segura y responsable para evitar problemas de salud, puede ofrecer beneficios significativos. Esta mirada es especialmente relevante en islas pequeñas donde la escasez de agua potable es una preocupación constante.
- Controlar la contaminación química e industrial
Es de vital importancia unir esfuerzos para identificar los puntos de contaminación química, implementar medidas de control en el uso y vertido de sustancias en la minería artesanal, fomentar la práctica del reciclado de aceite usado en entornos urbanos, y promover la producción de bienes duraderos que minimicen el consumo de energía y la generación de residuos a gran escala.
Las industrias deben cumplir rigurosamente con las normativas establecidas para el almacenamiento y manejo adecuado de contaminantes, así como para regular las descargas provenientes de sitios industriales. Estas acciones conjuntas son esenciales para mitigar la contaminación química y avanzar hacia prácticas más sostenibles.
- Fortalecer el financiamiento para la prevención y control de la contaminación marina
Combatir la contaminación requiere una inversión financiera considerable. Las estrategias para su control abarcan desde la aplicación de tasas por servicios ecosistémicos hasta reformas tributarias, pasando por incentivos de mercado basados en el principio del contaminador paga.
Además, se consideran estímulos como subsidios destinados al control de la contaminación, la implementación de sistemas de permisos para empresas que adoptan prácticas sostenibles, y métodos que implican el reembolso de depósitos y la fijación de precios. Estas medidas financieras son esenciales para respaldar eficazmente las iniciativas de prevención y control de la contaminación.

- Reforzar las leyes sobre residuos marinos
Es crucial fortalecer el marco institucional y legal tanto a nivel nacional como regional para hacer frente a la contaminación marina de manera efectiva. Es necesario que las políticas y leyes nacionales estén en sintonía con los compromisos internacionales para el desarrollo sostenible, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como con los acuerdos regionales, como la Convención de Cartagena y su Protocolo relativo a la contaminación de fuentes terrestres.
Este alineamiento puede garantizar un enfoque coherente y coordinado para abordar los desafíos de la contaminación marina en la región.
- Crear conciencia pública
La realización de campañas educativas locales mediante medios como televisión, radio y redes sociales puede contribuir significativamente a elevar la conciencia sobre la importancia del medio ambiente. Además, es fundamental dar prioridad a la educación ambiental en las aulas de todos los niveles.
Para lograr esto, es importante involucrar a los Ministerios de Educación con el fin de incorporar nuevo material relacionado con el medio ambiente en los planes de estudio. Esta acción garantizará que las generaciones futuras crezcan con un entendimiento profundo de la importancia de preservar y proteger nuestro entorno natural.
- Establecer alianzas para combatir la contaminación marina
La formación de alianzas público-privadas emerge como un elemento esencial para asegurar financiamiento, aumentar la conciencia pública, reducir la disposición inadecuada de desechos y desarrollar criterios innovadores que contribuyan a disminuir la contaminación marina.
Estas colaboraciones deben abarcar a diversos actores, como la sociedad civil, las industrias turísticas y pesqueras, desarrolladores costeros, empresas tecnológicas, instituciones y comunidades costeras. A través de estas alianzas, se puede lograr un enfoque integral y efectivo para abordar los desafíos de la contaminación marina en la región.

- Evaluar el impacto económico
La evaluación del impacto económico de la contaminación marina es un paso crucial para priorizar cambios en las políticas de control de la contaminación. Este proceso demanda el establecimiento de estándares comunes para medir las pérdidas actuales y potenciales, proporcionando así una base sólida para la toma de decisiones.
Al comprender completamente las implicaciones económicas, los responsables de la formulación de políticas pueden orientar eficazmente las estrategias hacia la mitigación de los efectos negativos y la promoción de prácticas sostenibles en la región.
