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Patagonia al rojo vivo: el papel del equipamiento en la lucha contra el fuego y la disparidad de herramientas con otros países

Patagonia al rojo vivo: el papel del equipamiento en la lucha contra el fuego y la disparidad de herramientas con otros países

Los incendios forestales en la región patagónica de Argentina han devastado más de 36.000 hectáreas en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut, destacando una realidad alarmante. La falta de recursos adecuados para combatir el fuego y la disparidad de equipamiento con otros países es un desafío que enfrenta el país. 

Los incendios forestales en Argentina han alcanzado niveles devastadores, con tres focos activos en las provincias patagónicas, especialmente en los parques nacionales Lanín, Nahuel Huapi y la zona de El Bolsón. El combate contra estos focos ha revelado las limitaciones del equipamiento y la capacidad de respuesta ante este tipo de emergencias. Las aeronaves con capacidad limitada y la escasa maquinaria especializada para intervenir en terrenos de difícil acceso se han convertido en un obstáculo importante. El coordinador general del Servicio de Prevención y Lucha Contra Incendios Forestales (Splif), Orlando Báez, destacó la necesidad de contar con aeronaves pesadas, que son más maniobrables en terrenos montañosos, y que tienen la capacidad de descargar 4,000 litros de agua para sofocar el fuego.

La situación es aún más crítica cuando se observa la cantidad de incendios que se registran en todo el país. Según datos de los Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), actualmente se cuenta con 23 aeronaves entre aviones hidrantes y helicópteros, muchos de los cuales son alquilados por temporada. Sin embargo, en zonas como Río Negro, los helicópteros privados con helibalde son esenciales, pero no existen medios aéreos propios dentro del sistema de lucha contra incendios del país.

Comparativa internacional: qué herramientas emplean otros países

Frente a esta realidad, la comparación con otros países es inevitable. Naciones como Canadá, Estados Unidos, España, Portugal y Chile han establecido sistemas robustos de combate de incendios, con aeronaves específicas para estas tareas. Canadá, por ejemplo, posee miles de combatientes y una flota de aeronaves mucho más extensa y equipada que la de Argentina. En el caso de Chile, que presenta una geografía similar a la de Argentina, el país lleva 50 años de ventaja en la infraestructura y preparación para enfrentar los incendios forestales. Chile cuenta con un sistema de prevención y control que incluye más de 70 aeronaves propias y 3,000 brigadistas capacitados específicamente para el combate de incendios.

El sistema chileno es mucho más avanzado, no solo en el despliegue de aeronaves sino también en la prevención, con campañas nacionales y programas educativos para prevenir incendios, algo que Argentina aún necesita implementar de manera más agresiva. Además, el mantenimiento de infraestructuras como los tendidos eléctricos en las áreas boscosas y la correcta disposición de brigadistas y equipamiento permite una respuesta rápida ante emergencias.

La necesidad de modernización del sistema argentino de lucha contra incendios

Ante la gravedad de la situación en la Patagonia, los expertos coinciden en que Argentina necesita urgentemente modernizar su sistema de lucha contra incendios. La implementación de equipos de mayor capacidad, como aviones tanqueros y helicópteros pesados, es esencial para aumentar la eficacia del combate contra incendios forestales. Además, es crucial fortalecer la formación de los brigadistas, crear planes de prevención efectivos y contar con presupuestos adecuados para asegurar que los recursos estén disponibles cuando se necesiten.

El cambio climático es otro factor que complica la situación, ya que se espera un aumento en la frecuencia e intensidad de los incendios en la región, como advierten expertos como Thomas Kitzberger del Conicet. Las condiciones climáticas extremas, combinadas con la sequía y el aumento de la temperatura, hacen que la lucha contra el fuego sea cada vez más difícil. Los incendios forestales en la Patagonia podrían llegar a ocurrir con mayor frecuencia, de ser un evento que ocurre cada década, a uno que suceda cada dos o cinco años.

El sistema actual de emergencias mal gestionadas que se señala en varios informes destaca la falta de un plan nacional unificado que permita a las provincias coordinarse eficientemente. La descentralización y la falta de capacitación adecuada de las brigadas locales impiden una respuesta unificada ante eventos de magnitud como los actuales.