
1. Novedades positivas para los océanos profundos
Gracias a la presión ejercida por la sociedad y al arduo trabajo de organizaciones como Greenpeace, se detuvieron los planes de minería submarina en Noruega. Esto nos lleva cada vez más cerca de poner fin a esta industria dañina de manera permanente.
La compañía noruega Loke Marine Minerals aspiraba a ser la mayor empresa del mundo en minería de aguas profundas. Tenían licencias en el Pacífico (respaldadas por el Reino Unido) y ambiciosos planes para extraer minerales en el Ártico.
No obstante, Loke reconoció públicamente que estaba enfrentando dificultades para atraer nuevos inversores. ¿La causa? La creciente resistencia de la comunidad contra la minería en el fondo del mar.
Justo unas horas después de que los activistas de Greenpeace interrumpieran una conferencia sobre minería en Noruega, la empresa reveló oficialmente su quiebra.
2. Finlandia ha cerrado su última planta de energía a carbón
La última gran planta de energía a carbón en funcionamiento en Finlandia cerró el 1 de abril. Aunque el país mantiene un par de pequeñas plantas que utilizan algo de carbón y una planta de reserva para emergencias, en la práctica, el uso de carbón para energía en Finlandia ha llegado a su fin.
En los últimos dos años, Helsinki ha cerrado dos plantas de carbón, en Hanasaari y Salmisaari. Estas acciones se espera que reduzcan las emisiones de CO₂ de la ciudad en un 43% y de Finlandia hasta en un 5%.
Sobre esto, nuestros compañeros de Greenpeace Finlandia comentaron: “Hubo un momento en que la demanda del movimiento ambientalista de eliminar progresivamente el carbón parecía imposible, hasta que las campañas, el trabajo constante en las calles y en las negociaciones, y el endurecimiento de las políticas climáticas comenzaron a dar resultados reales”.
3. Los castores han regresado a Gran Bretaña después de 400 años
Finalmente, una buena noticia del reino animal: el castor, que había desaparecido de Gran Bretaña hace siglos, ha vuelto, informa NRK. Esta especie fue llevada a la extinción por la caza excesiva, ya que su piel y carne eran muy apreciadas.
Gracias al esfuerzo de distintas organizaciones, ahora su reintroducción en el medio natural es una realidad. El proyecto es liderado por el National Trust, que señala cómo las actividades naturales del castor, como construir represas y roer árboles, también benefician el retorno de numerosas otras especies al ecosistema.