La tala de quebrachos para la construcción de durmientes: un problema ambiental urgente

La tala de quebrachos para la construcción de durmientes: un problema ambiental urgente

El quebracho es un árbol nativo de la región chaqueña, conocido por su gran porte y crecimiento lento. Esta especie fue declarada “Árbol Forestal Nacional” en 1956 debido a su importancia para el equilibrio ecológico, pero en la actualidad se encuentra en grave peligro de extinción. El uso del quebracho colorado para la fabricación de durmientes de ferrocarril es uno de los factores más dañinos para la supervivencia de este árbol. 

El quebracho colorado es una especie clave en el ecosistema del Gran Chaco. Esta región, que abarca una parte significativa del norte de Argentina, ha sufrido una de las tasas más altas de deforestación a nivel global. La tala indiscriminada de quebrachos para la producción de durmientes de ferrocarril, entre otros usos, ha contribuido al grave deterioro del bosque chaqueño. De hecho, se estima que el 85% del Bosque de Tres Quebrachos, en la provincia de Chaco, ha sido destruido, y esta práctica sigue amenazando el equilibrio ecológico de la región.

El proceso de tala de quebrachos para la fabricación de durmientes no es sostenible. Estos árboles, que tardan entre 60 y 80 años en alcanzar su madurez, son talados para producir durmientes de ferrocarril que, tras su vida útil, se convierten en residuos peligrosos debido al tratamiento químico al que son sometidos. Esta explotación masiva pone en riesgo la biodiversidad del ecosistema chaqueño, un área rica en flora y fauna, y limita la capacidad del planeta para absorber dióxido de carbono y mitigar el cambio climático.

Alternativas sostenibles para la industria ferroviaria

Es urgente buscar alternativas para la fabricación de durmientes sin recurrir al uso de la madera de quebracho. Existen tecnologías innovadoras que permiten la fabricación de durmientes sin necesidad de explotar los recursos naturales de manera destructiva. Los durmientes sintéticos o compuestos, fabricados con materiales reciclados como restos de neumáticos o bidones de agroquímicos, son una opción viable. En países como India, Estados Unidos, Brasil y México, ya se implementan alternativas a la madera para la industria ferroviaria, demostrando que es posible construir una red ferroviaria sin sacrificar los recursos naturales.

En Argentina, aunque existen estudios y desarrollos técnicos sobre durmientes sintéticos, la transición aún no ha avanzado de manera significativa. Recientemente, se han promovido resoluciones para la producción de durmientes con materiales post-consumo, pero no se han establecido plazos claros ni asignado presupuesto para reemplazar los durmientes de madera de quebracho. Mientras tanto, se siguen adjudicando licitaciones para la compra de durmientes de madera nativa, lo que implica la tala continua de árboles en peligro de extinción.

Es hora de actuar: por una red ferroviaria más sustentable

El uso de quebrachos para la fabricación de durmientes es una práctica que debe ser erradicada de manera urgente. El Ministerio de Transporte de la Nación y otras autoridades deben tomar acciones concretas para eliminar la dependencia de esta especie en la industria ferroviaria y promover la adopción de alternativas más sostenibles. La red ferroviaria nacional, que cuenta con más de 40,000 km de extensión, es una infraestructura clave para el transporte en el país, pero debe evolucionar hacia un modelo más respetuoso con el medio ambiente.

Implementar tecnologías innovadoras como los durmientes sintéticos, que pueden ser fabricados a partir de materiales reciclados, es fundamental para reducir el impacto ambiental y preservar los bosques chaqueños. Además, esta transición no solo contribuiría a la conservación del medio ambiente, sino que también alinearía a Argentina con las tendencias globales de sostenibilidad, permitiendo una red ferroviaria más limpia y respetuosa con los ecosistemas.

La necesidad de actuar es urgente. Con cada durmiente de madera de quebracho que se produce, se sacrifica un árbol que ha tardado décadas en crecer, y se intensifica la amenaza sobre un ecosistema ya frágil. Es tiempo de hacer un cambio, dejar atrás la dependencia de los recursos naturales y optar por soluciones más innovadoras y sostenibles. Argentina tiene la capacidad técnica y el conocimiento necesario para avanzar hacia una infraestructura ferroviaria más responsable. Este es el momento de priorizar el bienestar del medio ambiente y tomar decisiones que garanticen un futuro más verde para las próximas generaciones.

El uso de quebrachos para la fabricación de durmientes de ferrocarril debe ser sustituido por opciones más sostenibles que protejan nuestros ecosistemas. Es imperativo que el Ministerio de Transporte de la Nación y las autoridades competentes se comprometan a implementar alternativas ecológicas, como los durmientes sintéticos, para preservar la biodiversidad del Gran Chaco y garantizar una red ferroviaria más sustentable. La adopción de estas alternativas no solo beneficiará al medio ambiente, sino que también impulsará el desarrollo de una industria ferroviaria moderna y responsable.