Colombia da un gran paso en la lucha contra la contaminación plástica

 Colombia da un gran paso en la lucha contra la contaminación plástica

La contaminación plástica es un problema ambiental que está afectando gravemente al planeta. En este contexto, Colombia ha logrado dar un paso crucial para combatirla y proteger el medioambiente. A partir de 2025, una gran cantidad de productos plásticos serán eliminados de forma gradual para reducir la contaminación. 

Mediante la Ley 2232, sancionada en 2022 y que entró en vigencia a principios de julio de 2024, el gobierno colombiano identificó una serie de artículos plásticos que pasaron a estar prohibidos, entre ellos se incluyen bolsas, cubiertos y envases desechables. Esta política también establece excepciones para aquellos productos utilizados en la industria médica y otros sectores esenciales. 

Para garantizar el cumplimiento de esta medida, se prevén multas que sancionarán a aquellas empresas o ciudadanos que no cumplan con las nuevas regulaciones. Estas penalidades buscan disuadir la utilización de plásticos de un solo uso y fomentar la adopción de alternativas más sostenibles. 

¿Cuál es el impacto ambiental de la contaminación plástica? 

Los plásticos de un solo uso son una de las principales causas de contaminación a nivel global, con efectos devastadores en la vida marina y terrestre. En Colombia, estos desechos se acumulan en los ríos y las costas, causando daños significativos a la fauna y la flora autóctona. La contaminación plástica afecta la calidad del agua y del suelo, poniendo en riesgo no solo a los ecosistemas, sino también a la salud humana.

En los océanos, especies marinas como tortugas, aves y peces confunden el plástico con alimento, lo que puede desencadenar su muerte por bloqueo intestinal. Los microplásticos, partículas milimétricas que van quedando a medida que los grandes plásticos se descomponen, también son ingeridos por los organismos marinos, y se van acumulando peligrosamente en la cadena alimentaria.

Algo similar sucede con los suelos y las aguas dulces, donde los desechos plásticos van liberando las sustancias químicas tóxicas de las que están compuestos, contaminando el medioambiente y afectando de forma gravísima la calidad de los recursos naturales de los cuales dependen las comunidades para sobrevivir.

¿Cuáles son las multas dispuestas por el gobierno colombiano?

La nueva ley sobre plásticos de un solo uso incluye sanciones que van desde multas económicas, que pueden oscilar entre 100 y los 50 mil salarios mínimos mensuales, hasta el decomiso de aquellos productos plásticos que se encuentran prohibidos. Además, los establecimientos que incumplan la normativa pueden enfrentar clausuras temporales de hasta un mes, y en casos de infracciones graves o reiteradas, el cierre definitivo de sus establecimientos. 

La ley también estipula que los fondos que vayan siendo recolectados a través de estas multas sean destinados a programas de limpieza de los ecosistemas hídricos del país, así como a la recuperación de la flora y la fauna afectada por la contaminación plástica. Organizaciones ambientalistas como Greenpeace Colombia han destacado que, de este modo, se logrará no solo castigar el incumplimiento, sino también invertir en la restauración del medioambiente.

El paso a paso para la implementación de la Ley 2232/2022 

La Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Susana Muhamad, ha anunciado que la ley permitirá regular la utilización de hasta un 80% de los productos plásticos de un solo uso en el país. Por otro lado, la norma establece pautas claras y ofrece alternativas sostenibles a los productores. 

Sin embargo, los expertos advierten que para que la ley se cumpla con éxito, hará falta la colaboración del sector privado. Es necesario que las empresas se adapten a las nuevas regulaciones y hallen formas innovadoras de reducir su dependencia de los plásticos de un solo uso. 

Esto no solo permitirá proteger el medioambiente de la contaminación plástica, sino que también puede generar oportunidades económicas a través del desarrollo de nuevos productos y tecnologías sostenibles. Otra de las claves para lograr esta transición, es a través de la educación de los consumidores para que cambien sus hábitos de consumo. El primer paso ya se dio. Ahora solo falta seguir caminando hacia un futuro más verde.