Más de 1300 aves desaparecerán por una extinción masiva en los próximos siglos

La extinción masiva de aves se está convirtiendo en una de las mayores amenazas para la biodiversidad del planeta. De acuerdo con un estudio publicado recientemente en la revista científica Science, más de 1300 especies de aves podrían desaparecer en los próximos dos siglos. ¡Más del doble de las extinciones registradas hasta la fecha! 

Investigadores de la Universidad de Birmingham y el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF, por sus siglas en catalán) han advertido que esta desaparición afectará de forma terrible las funciones que estas aves desempeñan en sus hábitats, como la polinización, la dispersión de semillas y el control de plagas. 

Además, los expertos y miembros de organizaciones ambientalistas como Greenpeace explican que el aumento de la velocidad de las extinciones de aves está directamente relacionado con acciones humanas como la destrucción de hábitats naturales, la introducción de especies invasoras y los efectos del cambio climático. 

Pero la desaparición de estas especies no solo repercute en la diversidad biológica del planeta, sino que también elimina millones de años de evolución. Por eso, para muchos investigadores, cada especie extinta representa una rama perdida en el árbol de la vida y una función clave que no podrá ser remplazada. 

¿Qué sucede cuando ocurre una extinción masiva de aves?

Las aves cumplen roles ecológicos esenciales que contribuyen a sostener la salud y el equilibrio de muchos ecosistemas. Algunas especies, como las aves frugívoras, contribuyen a la dispersión de semillas que permite la regeneración de bosques y selvas. Otras, como las aves insectívoras, controlan a las poblaciones de insectos, reduciendo la necesidad de pesticidas. 

Los científicos también resaltan que, en áreas donde las aves carroñeras cumplen un rol clave en el reciclaje de materia orgánica, su extinción podría llevar a la acumulación de animales muertos, lo que puede generar la propagación de enfermedades tanto en seres humanos como en otras especies.

Pero además, como cada especie tiene un rol específico en su hábitat, la pérdida de un solo grupo funcional puede desestabilizar el sistema completo. Por ejemplo, disminuyendo la capacidad de los ecosistemas para resistir enfermedades o las fenómenos derivados del cambio climático.

La vulnerabilidad extrema de las aves que habitan en islas

Las islas son uno de los entornos más frágiles para la supervivencia de las aves. Al encontrarse aisladas, cuando sus ecosistemas se ven alterados estos individuos no cuentan con las capacidades necesarias para emigrar hacia otros hábitats. De acuerdo con el estudio del CREAF, hasta un 80% de las extinciones de aves registradas hasta el momento se han dado en islas, y los investigadores advierten que hasta 1000 especies más podrían desaparecer en los próximos siglos a menos que se tomen medidas drásticas para su protección. 

Uno de los ejemplos más claros de esta clase de extinciones es la del icónico dodo, una especie endémica de la isla de Mauricio que desapareció en el siglo XVII y cuya función ecológica de dispersión de semillas grandes aún no ha podido ser reemplazada por otra especie. Por este motivo los científicos abogan por intervención urgente, que permita prevenir la pérdida de la flora y la fauna de estos espacios insulares.

Millones de años de evolución perdidos para siempre

La extinción masiva de aves implica una pérdida irrecuperable de la historia evolutiva de la Tierra. Según el informe, un 5% de los linajes de aves han desaparecido para siempre como resultado de la extinción de especies únicas. Esto quiere decir que, en solo unas cuantas décadas, los seres humanos han borrado 3000 millones de años de evolución.

Grandes ejemplos de este problema son las desapariciones de las aves elefante de Madagascar y las moas de Nueva Zelanda, especies gigantes con roles únicos en sus respectivos ecosistemas. Ahora mismo existen linajes, como la subfamilia Drepanidinae en Hawái, que podrían correr el mismo destino en un futuro cercano. Y al tratarse de una especie polinizadora clave para la flora de Hawái, su extinción significaría una pérdida terrible para la biodiversidad de estas islas.

¿Cómo poner un freno a la extinción masiva de aves?

Los investigadores consideran que hace falta una revisión de las estrategias de conservación a nivel global, que incluya tanto la protección de los hábitats naturales como la restauración de las áreas que ya se encuentran degradadas. Por otro lado, es necesario controlar la introducción de especies exóticas que acaban con las aves endémicas, especialmente en las islas. 

Pero más allá de proteger a cada especie, es importante garantizar que los ecosistemas que habitan sigan funcionando de forma adecuada. Por eso, recomiendan incluir criterios funcionales de cada ave amenazada en las categorías de peligro de extinción. Solo así será posible mejorar las estrategias de conservación y proteger a estas especies tan importantes para el futuro del planeta.