
La Laguna de Aculeo es un humedal emblemático de la Región Metropolitana de Chile. Décadas atrás, este lugar era un símbolo de recreación y un refugio natural para los ciudadanos chilenos y los turistas que visitaban la comuna de Paine. Pero con el tiempo, las sequías y la mano del hombre fueron deteriorando este ecosistema hasta llevarlo a un punto cercano a la desaparición.
Para Chile, esta laguna es un verdadero oasis ambiental que servía de hogar a aves como el Pato jergón chico o el Cisne de cuello negro, mamíferos como el Coipo y plantas como la Totora o la Lila de agua. Además, este cuerpo de agua cumplía un rol determinante en la regulación del ciclo del agua y en la mitigación del cambio climático. Por todos estos motivos, su degradación significó una pérdida terrible para los amantes de la naturaleza.
Pero tras más de 50 años de deterioro sostenido, el experto en educación ambiental y profesor de la Universidad Diego Portales, Felipe Kong López, ha podido corroborar los primeros signos de recuperación de la laguna. ¿Sería posible su regeneración total? Solo mediante un trabajo conjunto de las autoridades y la sociedad.
¿Cuáles son las señales que demuestran la recuperación de este humedal urbano?
Antes de su deterioro, la Laguna Aculeo solía atraer a miles de habitantes cada año. Por eso, las señales de su recuperación durante 2024 han entusiasmado a científicos y miembros de organizaciones ambientalistas como Greenpeace Chile, que desde hace años luchan para concientizar a la población acerca de la importancia de estos ecosistemas.
Una de las primeras evidencias de un avance en su regeneración tuvo que ver con la formación de charcos temporales en el lecho de la laguna. Esta vuelta gradual del agua estuvo impulsada por un aumento puntual en las precipitaciones durante los últimos meses. A su vez, los científicos pudieron identificar pequeños organismos acuáticos y plantas nativas como la totora, una especie clave de los humedales del país.

Además, los expertos han podido documentar la reaparición de aves acuáticas migratorias, como la garza cuca (Ardea cocoi) y la tagua común (Fulica armillata), que habían desaparecido de la zona durante años. Estos animales son indicadores biológicos de que un ecosistema acuático se está recuperando.
Sin embargo, el doctor Kong López advierte que la restauración total de la laguna dependerá de que se lleve a cabo una gestión sostenible de la misma. Por otro lado, es importante restringir las actividades humanas que pueden degradar este ecosistema, como el uso de lanchas a motor o la extracción indiscriminada de agua.
¡Ley de humedales al rescate!
La Ley Nº 21.202, conocida también como Ley de Humedales Urbanos, fue sancionada en enero de 2020. Su objetivo es proteger y restaurar estos ecosistemas tan importantes para las zonas urbanas del país. Para ello, establece pautas claras sobre cómo gestionarlos de forma sostenible, regulando las actividades humanas que pueden destruirlos.
La ley además obliga a los gobernantes de cada jurisdicción a identificarlos e implementar medidas que garanticen su conservación a largo plazo. Por ejemplo, prohibiendo prácticas contaminantes, regulando el uso del agua y controlando las actividades recreativas que puedan alterar su biodiversidad.

En el caso puntual de la Laguna de Aculeo, estas directrices implicarían restringir el uso de lanchas a motor, que contaminan el agua y perturban la fauna, y delimitar zonas protegidas para evitar que las orillas se erosionen como resultado de la presencia de personas que con la excusa de disfrutar de la naturaleza, la destruyen.
Por otro lado, la Ley de Humedales está alineada con los compromisos internacionales de Chile, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la meta de restaurar el 30% de los ecosistemas degradados antes del año 2030, planteada en la COP16 de Biodiversidad.
Un espacio para la educación ambiental de todos los chilenos
La Laguna de Aculeo podría convertirse en una especie de aula al aire libre para todos aquellos que quieran aprender más sobre la educación ambiental. Desde estudiantes de primaria hasta investigadores, todos podrían experimentar de primera mano cuán importantes son los ecosistemas de agua dulce y cuál es su rol en la regulación climática, la biodiversidad y la provisión de recursos esenciales.
A través de talleres, recorridos guiados y actividades interactivas, los visitantes podrían descubrir cómo los humedales actúan como filtros naturales del agua, sumideros de carbono y refugios de especies clave. Pero esto solo será verdaderamente posible si todos los involucrados hacen lo necesario para protegerlo día a día.