La Antártida pierde una superficie de hielo del tamaño de Argentina

Antártida

El hielo marino antártico, que suele disminuir su extensión hacia finales de febrero y recuperarse durante el invierno, no ha regresado a los niveles anticipados en este año, lo que plantea una amenaza para la Antártida debido al impacto del calentamiento global.

En este artículo analizaremos cómo la pérdida de hielo está siendo una de las consecuencias del cambio climático en la región.

¿Qué encontrarás en este artículo? 
1. Introducción
2.La Antártida está experimentando los impactos del cambio climático
3.La relevancia del continente blanco
4. La diferencia en el deshielo entre la Antártida y el Ártico
5. Conclusiones

La Antártida está experimentando los impactos del cambio climático

Mientras en el hemisferio norte se están viviendo jornadas de calor extremas y las poblaciones están sufriendo temperaturas que superan los termómetros, en el sur se vive el invierno más cálido de todos los tiempos y, como consecuencia de ello, la Antártida ha sufrido una pérdida que preocupa a muchos especialistas: ha desaparecido una cantidad de hielo marino equivalente a la superficie de Argentina. 

Este fenómeno ha despertado la alerta en la comunidad científica, quienes se encuentran totalmente desconcertados por lo que ha sucedido. El hielo marino antártico, que para esta altura del año ya debería haber reconstruido su nivel, se encuentra en su punto más bajo para esta época y ante este desprendimiento inusual los pronósticos son de lo más alarmantes. 

El hielo está alrededor de 1.06 millones de kilómetros cuadrados debajo del récord anterior del invierno establecido en 2022, según datos del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve(NSIDC), por sus siglas en inglés. 

La glacióloga Florence Colleoni, perteneciente al Instituto de Oceanografía y Geofísica Experimental (Ogs) de Trieste, advirtió que, aunque no es el momento para generar alarmas, la situación requiere vigilancia. Colleoni, quien ha realizado dos expediciones de investigación en la Antártida, resaltó que a diferencia del Ártico, donde se observa una clara tendencia de pérdida de hielo, resulta complejo afirmar que en la Antártida se presente el mismo fenómeno.

La experta también enfatizó la influencia de la contaminación y el calentamiento global, factores que amplifican el impacto de ciertos fenómenos. Además, subrayó la importancia de invertir en la búsqueda de fuentes de energía alternativas y optimizar el uso de la misma para evitar un deterioro mayor de la situación.

La relevancia del continente blanco

La Antártida resguarda el 90% de las reservas de hielo del mundo. Esta extensa capa, conocida como «manto de hielo», es una acumulación terrestre formada a lo largo de miles de años por la compactación de la nieve.

El manto de hielo antártico abarca tanto la Antártida Oriental como la Occidental. Gran parte de esta última reposa sobre un lecho rocoso ubicado por debajo del nivel del mar. Alrededor de la Antártida, la expansión del hielo marino, que se origina a partir del agua oceánica, incrementa durante el invierno y disminuye en el verano.

No obstante, el continente blanco no ha quedado inmune a los efectos del cambio climático. Por el contrario, en un contexto de calentamiento global, el aumento de la temperatura en latitudes elevadas es más acentuado que el incremento promedio de la temperatura global. A este fenómeno se le denomina «amplificación polar».

Uno de los procesos que explica este fenómeno es la retroalimentación hielo-albedo. El aumento de la temperatura en la cercanía de la superficie contribuye a la fusión del hielo, lo cual, a su vez, intensifica el aumento de la temperatura. ¿Por qué? Debido a que el albedo, es decir, la fracción de energía solar reflejada por una superficie, es inferior en el caso del océano y del suelo subyacente en comparación con el hielo.

Paisaje natural nublado en la Antártida

La diferencia en el deshielo entre la Antártida y el Ártico

El ciclo antártico experimenta notables variaciones anuales durante sus temporadas de derretimiento en verano y congelación en invierno. A diferencia de Groenlandia y el Ártico, que han enfrentado un rápido deshielo en las últimas cuatro décadas debido al calentamiento global, el continente blanco no ha experimentado un derretimiento acelerado. Sin embargo, la marcada tasa de deshielo desde 2016 plantea preocupaciones sobre la consolidación de una tendencia significativa a la disminución.

El derretimiento del hielo marino presenta problemas al contribuir al aumento del calentamiento global. Cuando el hielo marino, que refleja hasta el 90% de la energía solar, es reemplazado por un mar oscuro y deshielado, el agua absorbe un porcentaje similar del calor solar en su lugar.

A nivel mundial, el año pasado se ubicó como el quinto o sexto más cálido jamás registrado, a pesar del enfriamiento causado por un patrón meteorológico natural conocido como La Niña.

Icebergs en una laguna glaciar en Islandia

Conclusiones

A lo largo de las últimas cuatro décadas, el calentamiento global ha ocasionado la reducción de la extensión promedio del hielo marino en el Ártico, pero no en la Antártida. La razón por la cual no hemos observado una tendencia significativa de disminución en la extensión media del hielo marino antártico en el pasado reciente se debe a la compensación entre tendencias regionales positivas y negativas, así como a la presencia de una notable variabilidad interna.

Sin embargo, en la actualidad, esta tendencia parece estar experimentando cambios y los científicos están trabajando arduamente para descubrir las causas detrás de este fenómeno.