
Además de reafirmar la “increíble capacidad de adaptación” de los pingüinos de Magallanes que desarrollan sus nidos en las costas del sur argentino, 25 ejemplares que se dirigen hacia Brasil siguen asombrando a investigadores y aficionados que los observan en línea en tiempo real durante su trayecto de 7000 kilómetros. También están sorprendidos quienes, a diferencia de temporadas anteriores, deciden quedarse en sus colonias patagónicas.
“Uno de los aspectos más interesantes es la velocidad y la distancia que recorren”, explica Pablo García Borboroglu, biólogo, investigador del Conicet y presidente de la Global Penguin Society (GPS), organización que coordina el seguimiento satelital de esta migración. “Algunos pingüinos magallánicos son capaces de nadar más de 170 kilómetros al día y pueden alcanzar hasta 16,000 kilómetros en un año, lo que se asemeja a la distancia que recorre un automóvil”, dice. Además, destaca que una hembra nadó más de 11,000 kilómetros en esta travesía oceánica.
Este año, la tercera campaña de monitoreo de la GPS se lanzó en coincidencia con el Día Mundial del Pingüino, que se celebró el 25 de abril. Durante estos tres años de esfuerzos, se han integrado “celebridades” al grupo que brinda información científica valiosa para la conservación y estudio de los pingüinos. Algunos de estos nombres son Barbra Streisand, Leo Messi y Antonela –un macho y una hembra en la colonia de San Lorenzo–, así como Leonardo Di Caprio, Taylor Swift, Roger Federer, Kun Agüero y Franco Colapinto junto con Mirtha Legrand y Susana Giménez.
En el mapa donde se pueden seguir sus trayectorias -que se puede ver aquí-, más de la mitad de los 25 pingüinos monitoreados se encuentran al sur de Buenos Aires.
“Los famosos nos asombran también con su gran compromiso e interés: visitan la página y siguen la ruta de su pingüino, se involucran y eso es lo que realmente importa. Que hablen sobre los pingüinos con sus seguidores, enviando un mensaje sobre la conservación del océano y el planeta”, señala Borboroglu.
Antonela y Colapinto fueron los que mejor avanzaron, nadando entre 870 y 970 kilómetros, con un promedio ligeramente superior a 2 km/h. Un “ejemplo notable” que menciona el biólogo es la pingüina Taylor Swift: en 2024, esta pingüina nadó 11,400 kilómetros solo durante la migración (las hembras tienden a elegir rutas más cercanas a la costa, mientras que los machos prefieren las más abiertas al océano).
“Un hallazgo interesante es que no todos los pingüinos realizan migraciones. Alrededor del 25% de ellos se queda en la región [debido a cuatro colonias de reproducción en Chubut] y hay pingüinos presentes en el mar durante todo el año, lo cual es bastante raro. Lo estamos relacionando con los cambios en el ambiente oceánico que están permitiendo a estos pingüinos alimentarse durante todo el año, algo que no solía ser común”, señala Borboroglu al ser preguntado por este medio. Durante tres décadas, se ha dedicado a la protección de colonias de pingüinos en más de diez países.
Instrumentos
Un pequeño dispositivo de transmisión satelital captura, cada día, el trayecto en el Atlántico Sur y, gracias a nuevos equipos, se está perfeccionando la recopilación de datos importantes para la conservación. Esto incluye información sobre dónde se alimentan, cuánto tiempo permanecen en esos lugares y las amenazas que enfrentan en su camino. Se han utilizado cámaras que, montadas en la espalda de los pingüinos, muestran lo que ellos observan bajo el agua, incluidos los obstáculos.
Toda esta información se relaciona con una gran variedad de factores del océano, como sus características e impactantes actividades humanas que incluyen la pesca, la exploración sísmica, el tráfico marítimo intenso o la extracción de petróleo.
“Con esta información, GPS elabora datos científicos, desarrolla estrategias de conservación y fomenta la creación de áreas marinas protegidas, especialmente cerca de las costas de Argentina, Uruguay y Brasil, que son las rutas que siguen estos animales durante varios meses”, comentó Borboroglu a LA NACIÓN el año pasado.
En la campaña de este año, se están utilizando también satélites del sistema Argos, que es operado entre Francia y Estados Unidos, para obtener datos aún más precisos. Este monitoreo de GPS se realiza en colaboración con National Geographic, la provincia de Chubut, la Universidad de Stanford, el Conicet y Parques Nacionales.
Con el seguimiento de este año, el equipo espera identificar si existen patrones constantes, aunque Borboroglu ha aprendido que siempre hay sorpresas. “Ya hemos observado que dos pingüinos de las colonias del sur de Chubut, en vez de dirigirse hacia el norte, han tomado rumbo hacia el sur. El año pasado, esto también lo hizo el Dibu Martínez y, en este caso, otros dos que estaban en las islas más al sur de Chubut. De modo que comenzamos a ver estas sorpresas”, anticipa el investigador.
Los pingüinos, como subrayan en GPS, son especies indicadoras del bienestar del océano.
“Al cuidar los hábitats que ocupan, también se resguardan otros seres vivos como lobos marinos, aves marinas y peces, además de ecosistemas marinos esenciales. Un público que está bien informado respalda iniciativas sostenibles y promueve acciones responsables”, comenta Borboroglu.
Siguiendo esta idea, educar sobre los pingüinos, a su juicio, “crea un vínculo entre el esfuerzo que hacen estas especies para mantenerse y los peligros que enfrentan, motivando a la gente a apreciar y cuidar los entornos que necesitan para desarrollarse”.
Con respecto a este seguimiento y por varios años de dedicación a la conservación, National Geographic y Rolex han seleccionado al biólogo argentino como Explorador del Año 2025. Encabeza una red de protección para aves marinas en el hemisferio sur que abarca millones de individuos. La serie Secretos de los Pingüinos, disponible en Disney+, exhibe el trabajo que se lleva a cabo en el sur de Argentina.
En 2023, se convirtió en el primer latinoamericano en recibir el Indianápolis Prize, considerado el “Nobel” de la conservación que se otorga cada dos años. Rob Shumaker, presidente y CEO de la Sociedad Zoológica de Indianápolis, destacó al anunciar su premio: “Ha preservado millones de hectáreas de hábitat crucial para los pingüinos, lo cual es increíble. Es una voz influyente, optimista y experta en conservación animal”.
En diciembre de 2021, cuando un propietario de una finca en Punta Tombo destruyó con una topadora 140 nidos y acabó con más de 90 ejemplares, se unió al equipo de expertos convocados por la Justicia en un caso que, como había señalado previamente, establecería un precedente legal.