Durante años, la enfermedad de Chagas fue vista como un mal del pasado, relegado a zonas rurales y viviendas precarias. Sin embargo, su presencia sigue siendo una amenaza silenciosa, crónica y poco diagnosticada. Hoy, lejos de retroceder, se está reconfigurando en nuevos territorios, impulsada por transformaciones ambientales profundas: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad...
